Hace pocas fechas, Palma amanecía llena de pancartas diciendo lo siguiente “Familias, autónomos, mayores sin recursos, sin ayudas”. Con una rapidez inusitada y gran eficacia, las procedieron a retirar nuestras autoridades, porque es evidente que al margen de que las pancartas, al igual que los grafitis, los lazos amarillos y otras exhibiciones públicas no están permitidas sin previo permiso, estas pancartas en especial llevaban unos contenidos altamente subversivos e hirientes, mientras que en el caso los grafitis o lazos podemos esperar meses a que se retiren.
Las colas del hambre no son ningún invento, los cierres del pequeño comercio, la falta de ayudas a los autónomos, nuestros mayores sin recursos son cada día más, por lo que un movimiento de estas características tenía que venir, porque de lo contrario estaríamos ante la demostración que tenemos un país enfermo mentalmente.
Me he acercado de cerca a ver los comedores sociales y miren que uno ya viene de vuelta, porque al ser autónomo desde hace mucho tiempo, he visto y veo las penurias de nuestro colectivo y la falta de ayudas de la administración hacia este sector, pero lo que he visto ahora es mucho peor de lo que alcanza la imaginación de muchos y la falta de sensibilidad de nuestros gobernantes. Miles de ciudadanos de toda clase, no sólo gente en exclusión social sino personas que hasta hace muy poco tenían sus puestos de trabajo y oficios, de los que pensaban que nunca les podía pasar a ellos, literalmente vencidos, sin ilusión, muy lejos del espíritu navideño que nos quieren vender.
También he visto la otra cara de la moneda, en forma de gente extraordinaria como pueden ser Toni Bauzá y Jonny Darder, con su comedor social Tardor, o Kiko todo un activista comprometido con buscar soluciones para los más débiles, con iniciativas como son esas huchas solidarias que muchas pymes están colocando en sus establecimientos, para que lleguen recursos a esos comedores sociales.
La pregunta que se hacían muchos medios era de dónde partía esa iniciativa “Ayúdanos a ayudar” que si había un ciudadano alemán, que si era el principio de más acciones etc. Yo personalmente les digo que me importa un auténtico carajo de dónde viene, porque se lo agradezco igual venga de dónde sea, porque necesitamos un chute de realidad en la cara, por no hablar de una bofetada para algunos, que la situación es tan grave que, por ejemplo; como quieren que los empleados en Ertes o autónomos con alguna mínima ayuda celebren esta Navidad, si sus ayudas acaban el día 31 de enero y nadie les dice si se van a prolongar.
Protestas como estas, de forma pacífica van a venir más probablemente, sino se empiezan a tomar medidas muy serias y se empieza a solucionar el problema tan grave que tienen esa gente a la que esas pancartas daban visibilidad “familias, autónomos y mayores”.
Queridos Gobernantes, aparte de retirar de inmediato esas pancartas, tomen medidas de forma inmediata, porque podrán retirar pancartas, pero nunca podrán retirar el valor y determinación de algunas personas, que trabajan para evitar el dolor de tanta gente.