No creo que nadie eche de menos a Sissoko o Aveldaño, dicho sea a titulo de futbolistas. Por desgracia y de hecho no creo que en la plantilla actual del Mallorca haya un solo jugador imprescindible. De esos existen pocos y no están precisamente aquí, sino en otros equipos.
No cebe pensar que el repentino desinterés por el central argentino tenga la menor relación con sus confesiones respecto a la dejadez del club durante la pretemporada pasada. Ni que la vayan a tomar con Company por sentirse minusvalorado y decirlo públicamente. Sea como fuere deseamos conocer cuanto antes la situación final de cada profesional, en la senda de comunicados que ya han visto la luz en otras ciudades.
En esta categoría nadie pierde el tiempo. Particularmente me preocupa que se hayan reforzado algunos banquillos –Milla al del Zaragoza, Luis César al del Lugo, Contra en Alcorcón, Muñiz al Levante- que se suman a los fichajes de Hierro por el Real Oviedo y Paco Herrera por el Valladolid. La extraña confianza de Maheta Molango en Fernando Vázquez, no ilusiona en demasía a la parroquia, ansiosa por ver caras nuevas y un proyecto lo más alejado posible del pasado reciente.
Circulan ciertos rumores acerca de contactos muy firmes con uno de los técnicos cuyos equipos disputan o han competido ya en el play off del ascenso. Eso se habría hecho a espaldas del gallego si la brizna acabara germinando. Nada sorprendente en el mundo del fútbol y, en concreto, en este club, cuya historia recuerda que un entrenador fue cesado dos días antes de la primera jornada de liga y otro en la penúltima, sin términos ni citas intermedias.
