El pasado trece de junio, hace casi un mes, se hizo pública la audiencia que cuatro personas habían solicitado al President del Govern de les Illes Balears. La petición había sido cursada una semana antes de hacerse público, hace pues más de un mes.
Quienes pidieron cita son, o han sido, todos militantes del Partido Popular y han ocupado altos cargos en representación de este mismo partido al que pertenece Bauzà. Aunque Bauzá pueda creer lo contrario; que él no pertenece al PP, si no es el partido quien le pertenece a él.
Cristòfol Soler Cladera ha ejercido, entre otros, los cargos de Conseller d’Economia i Hisenda del primer Govern de Gabriel Cañellas, President del Parlament Balear y President de les Illes Balears.
Joan Huguet Rotger ha sido, entre otros, President del Consell Insular de Menorca, Vicepresident del Govern Balear, President del Parlament Balear, Senador, Presidente del PP de Illes Balears y miembro del comité ejecutivo del partido a nivel estatal.
Junto a estas dos personas, también solicitaron la audiencia a Bauzá los ex-Consellers del Govern Jaume Cladera Cladera (diez años ininterrumpidos titutar de Turisme al inicio de la autonomía) y Bartomeu Vidal (Conseller de Cultura.) Todos ellos han sido miembros del ejecutivo bajo la Presidencia de Gabriel Cañellas.
El motivo de la audiencia solicitada por los cuatro era hablar, en positivo, del conflicto educativo montado y comentar posibles vías para reconducir la situación. Con formas distintas, pero al fin y al cabo pedían lo mismo que Jaume Sastre Font, quien se hallaba, al momento de la petición, en una huelga de hambre que mantuvo durante 40 días. Diálogo, que es la forma democràtica de solucionar los conflictos de forma civilizada.
El Consolat desatendió, incluso ha pretendido ignorar, la acción de Jaume Sastre con argumentos tan poco elaborados como que un President no debe someterse al chantaje de un ciudadano.
Hoy ha finalizado la huelga de hambre y, en la lógica de Bauzá, el chantaje. El conflicto sigue vivo, latente ante el inicio de curso de setiembre. Bauzá y sus fanáticos acólitos siguen encastillados convencidos de poder arreglar la situación a palos. Y no consta que la petición de audiencia haya sido atendida. Mientras tanto, sí tiene tiempo el Govern de atender reclamaciones de grupúsculos privados ultraderechistas con sus folclóricas reivindicaciones alambicadas.
Recibir a cuatro ex-Consellers, entre ellos un ex-President, debería ser una obligación prioritaria de un President del Govern. Por respecto institucional y por educación, no por el sector de la educación, si no por la educación personal del que recibe la petición.
No calificaremos, como hizo Lorenzo Bravo en su día, a Bauzá de fascista, prepotente, chulo e inútil. Pero tras más de un mes sin atender la petición de Soler, Huguet, Cladera y Vidal, sí que podemos afirmar que Bauzá es un maleducado.
