Aumentan un 21 por ciento la plantilla de controladores para evitar la huelga en Barcelona

Ambas partes reabrirán la mesa de negociación y según el presidente de USCA, Pedro Gragera, es "muy probable" que quede cerrado y firmado el acuerdo definitivo que aleje la amenaza de huelga en el sector.

Las cuestiones que retrasan la firma del acuerdo final se refieren a las incorporaciones para el centro de control de Gavá, el proceso de formación y la entrada en operatividad de los nuevos controladores, ha afirmado Gragera.

Enaire y la USCA han dedicado gran parte de la mañana a redactar el acuerdo, en cuyo texto se incluye el cupo de nuevas contrataciones para los puestos de controlador aéreo

Este cupo se hará efectivo cada año al margen de la tasa de reposición anual por jubilaciones e incluye 96 nuevos puestos para el centro de control de Barcelona-Gavá, pero hasta 2023.

Enaire se ha comprometido con la USCA a ir incorporando a su plantilla a 420 nuevos controladores en los próximos 7 años, que se sumarán a otros casi 400 puestos para cubrir las jubilaciones que se vayan produciendo hasta 2025.

La plantilla operativa de controladores estaba compuesta por 1.745 personas a cierre de 2017. Para 2025, esa cifra aumentará en más de 800 controladores aéreos tras el acuerdo firmado, al margen de las plazas convocadas en 2017 y en este mismo año.

Tras cuatro reuniones de la mesa negociadora, Enaire y la USCA están a un paso del fin de sus discrepancias sobre la relación entre el progresivo incremento del tráfico aéreo en España y la saturación en la labor de los controladores.

Estas reivindicaciones se acentuaron en el centro de control barcelonés, en donde los trabajadores amenazaban con varias jornadas de huelga este verano que podían haber sembrado el caos en los aeropuertos españoles.

El centro de Barcelona es el de mayor volumen de operaciones de los cinco que hay en España -Enaire gestiona también 21 torres de control- y a 1 de agosto contará con 450 controladores.

Sus trabajadores en las tareas de control aéreo se venían quejando de un exceso de horas, de falta de personal y de poco descanso, lo que les obligaba a cumplimentar turnos extraordinarios.

El preacuerdo que previsiblemente sellen esta tarde Enaire y la USCA quedará a la espera del visto bueno por parte de Fomento y Hacienda.

Una vez cumplimentados esos trámites burocráticos, el acuerdo entrará en vigor de manera inmediata, no supondrá un aumento de la masa salarial de Enaire, según la propia empresa, y se incorporará al convenio colectivo cuya firma está previsto que se adelante en un año, en diciembre de 2019.