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Atención personalizada y apoyo social: la labor de los centros de día de Marratxí
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Atención personalizada y apoyo social: la labor de los centros de día de Marratxí

martes 29 de octubre de 2024, 05:00h

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Los centros de día Brot de Gínjol y Ca Ses Monges desempeñan un papel crucial en el bienestar y la integración social de las personas mayores y con dependencia del término municipal de Marratxí. Además de brindarles atención sanitaria y asistencia en actividades cotidianas, estos espacios se han convertido en auténticas redes de apoyo social para los usuarios.

Es Brot de Gínjol, ubicado en Ses Cases Noves, está operativo desde 2006; y Ca Ses Monges de Pòrtol, está en funcionamiento desde abril de 2019. De lunes a viernes, ambos centros reciben a personas mayores con un perfil bastante común: sufren un cierto grado de dependencia.

UNA NUEVA 'FAMILIA'

La mayoría de usuarios son mujeres viudas con necesidad de atención y de compañía. Por ello, la implicación de todo el personal es fundamental para que estas personas recobren la ilusión, hagan nuevas amistades e incluso formen una nueva ‘familia.

Hoy en día, Brot de Gínjol acoge a 23 personas y Ca Ses Monges a 24, 20 de ellas concertadas directamente con la Dirección General de Dependencia y cuatro gestionadas directamente con el ayuntamiento.

Entre las actividades que se realizan en los centros destacan las actividades de psicomotricidad, caligrafía, juegos, ejercicio físico (con supervisión de fisioterapeuta), caminatas, lectura de periódicos y diferentes actividades de ocio.

ATENCIÓN PERSONALIZADA

Uno de los pilares fundamentales de estos centros es la atención personalizada. Cada usuario cuenta con un Plan de Atención Individualizada (PAI) diseñado por un equipo multidisciplinar que incluye fisioterapeutas, enfermeros y terapeutas ocupacionales. Este enfoque permite adaptar las actividades y el nivel de atención según las capacidades y necesidades específicas de cada persona.

En términos generales, los centros de día ofrecen un servicio que complementa la atención propia del entorno familiar, con los objetivos de favorecer la recuperación y el mantenimiento de la autonomía personal y social, mantener la persona en su entorno personal y familiar en las mejores condiciones y proporcionar apoyo a las familias en la atención a las personas mayores dependientes.

SERVICIOS QUE VAN MÁS ALLÁ DE LO BÁSICO

En el centro Brot de Gínjol, los usuarios disfrutan de una serie de servicios esenciales como la merienda y la comida diaria, además de recibir apoyo en actividades cotidianas que muchos de ellos ya no pueden realizar de forma autónoma. También cuentan con terapias ocupacionales, servicios de fisioterapia y enfermería.

Pero lo que realmente destaca son las actividades cognitivas, físicas y de socialización que se ofrecen, diseñadas para estimular la mente y el cuerpo de los usuarios. Estas actividades no solo ayudan a mantener las capacidades físicas, sino que también promueven la interacción social, evitando el aislamiento que puede llevar a la soledad no deseada.

Por su parte, Ca Ses Monges ofrece una gama de servicios aún más amplia, con atención social y sanitaria que incluye controles de temperatura, tensión y peso, además de un seguimiento médico regular.

La alimentación es otro de los aspectos esenciales, con desayunos, comidas y meriendas saludables adaptadas a las necesidades de los usuarios. Las actividades lúdicas y de rehabilitación funcional, como la gerontogimnasia, los juegos, las manualidades y las salidas, fomentan la interacción social y el bienestar emocional.

Un aspecto clave en Ca Ses Monges es su enfoque en actividades intergeneracionales, como las realizadas con la escuela de Costa i Llobera, donde los mayores interactúan con los niños, fortaleciendo los lazos comunitarios y combatiendo estereotipos relacionados con la edad.

UN ENFOQUE EN LA SALUD INTEGRAL

El ejercicio físico es otro de los puntos fuertes de ambos centros. Los beneficios de la actividad física en personas mayores son bien conocidos: ayuda a controlar enfermedades como la hipertensión, la obesidad o la diabetes, además de mejorar el estado de ánimo y la movilidad.

En Ca Ses Monges y Brot de Gínjol, los fisioterapeutas diseñan programas tanto individuales como grupales, donde la recomendación siempre es hacer ejercicio en compañía. Esta práctica beneficia a nivel físico al tiempo que mejora la comunicación entre los usuarios, contribuyendo a su integración social.

Las caminatas diarias y la lectura del periódico forman parte de la rutina diaria de muchos usuarios. Estas actividades, aparentemente sencillas, son esenciales para mantener el contacto con la realidad y el entorno social. La lectura del periódico, por ejemplo, permite a los mayores seguir participando en la vida pública, opinando sobre las noticias y discutiendo temas de interés en grupo. Las caminatas, por otro lado, favorecen la movilidad, evitando la atrofia muscular y promoviendo un estilo de vida activo.

EL MENÚ COMO HERRAMIENTA DE BIENESTAR

La alimentación es otro de los aspectos cruciales en el día a día de los usuarios. La empresa contratada por Marratxí XXI es la encargada de diseñar los menús, que están adaptados a las necesidades específicas de cada usuario, desde preferencias personales hasta restricciones dietéticas por motivos de salud.

Estos menús son revisados diariamente por el personal de enfermería, y cada semana se elabora un informe sobre posibles mejoras. La prioridad es que las comidas sean equilibradas, saludables y sostenibles, asegurando así el bienestar físico de los usuarios, así como su satisfacción y disfrute.

CONEXIÓN SOCIAL Y ACTIVIDADES COMUNITARIAS

Los centros de día en Marratxí no solo se centran en la atención física o sanitaria. También tienen un compromiso firme con la integración social de sus usuarios. En Brot de Gínjol, por ejemplo, se llevan a cabo actividades comunitarias como las salidas al pueblo o las meriendas saludables organizadas con la Asociación de Personas Mayores Es Turó. Estas actividades permiten a los usuarios mantener sus lazos sociales y les ayudan a sentirse parte activa de la comunidad.

Además, Brot de Gínjol cuenta con un innovador Programa de Edadismo, que abarca tres proyectos. Uno de ellos se dirige a los niños y jóvenes de las escuelas de Marratxí, donde se trabaja en la sensibilización respecto a los mayores. Otro está orientado a las familias cuidadoras, con talleres que abordan sus necesidades. Por último, hay un proyecto dirigido a profesionales, enfocado en la detección y actuación en casos de maltrato o negligencia hacia los mayores.

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