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"Desde que trabajo en el cementerio, valoro más la vida"
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(Foto: J. Fernández Ortega)

"Desde que trabajo en el cementerio, valoro más la vida"

Por Malik Dehouche
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mdehouchemallorcadiariocom/9/9/24
viernes 01 de noviembre de 2024, 13:38h

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En el corazón de Palma, la funeraria municipal de Son Valentí se erige no solo como un lugar de despedida, sino también como un pilar de apoyo y compasión para las familias en duelo. Hablamos con dos de sus empleados, Lucía Forteza y Arturo González, para comprender mejor el funcionamiento y los desafíos de su labor diaria, así como la evolución de los servicios funerarios con el paso de los años.

"Lucía

Lucía Forteza, ayudante jefe en las oficinas del tanatorio, y Arturo González, responsable de servicios funerarios, nos abren las puertas a su rutina diaria, completamente centrada en la organización y el apoyo constante a las familias. "Nuestro día a día está completamente centrado en el usuario. Nos aseguramos de que todo esté organizado y que no haya problemas, especialmente en casos donde las familias enfrentan dificultades económicas".

"Nos coordinamos con el ayuntamiento para asegurar que todos reciban el servicio necesario", comenta Lucía. Este compromiso con la organización y el cuidado se refleja en la meticulosa planificación y seguimiento de cada uno de los fallecimientos, desde el primer contacto hasta el final del proceso. Lucía ha hecho hincapié en que la funeraria municipal pone todas las facilidades a sus usuarios para servirles, a diferencia de otras funerarias privadas, que "lo único que buscan es el lucro".

El trabajo de Arturo es fundamental en la coordinación del personal y los servicios funerarios. "Nos ocupamos de que todas las incineraciones y servicios estén bien coordinados, supervisamos al personal y ajustamos los turnos según la carga de trabajo", explica. Su función abarca desde la gestión de operarios y atención a las familias, hasta la resolución de problemas logísticos que puedan surgir.

"Empatizamos mucho con las familias, tratamos de ponernos en su lugar y ofrecer el máximo apoyo posible", añade Arturo. La empatía y el cuidado son esenciales, especialmente cuando se trata de pérdidas inesperadas o de personas jóvenes, lo cual añade una carga emocional considerable a su trabajo.




UN TRABAJO DURO, PERO TAMBIÉN GRATIFICANTE


A pesar de la dureza emocional de su labor, ambos encuentran gratificación en los agradecimientos de las familias. "Es reconfortante saber que en medio del dolor, las familias reconocen nuestro esfuerzo por hacer que todo salga bien", señala Lucía. El apoyo y el reconocimiento de las familias son momentos que les brindan satisfacción y les recuerdan la importancia de su trabajo.



"Desde que trabajo aquí, valoro más la vida. Amigos que estaban bien hace unas semanas, de repente ya no están"



Trabajar en un entorno tan delicado ha cambiado su perspectiva sobre la vida y la muerte. Arturo reflexiona: "Desde que trabajo aquí, valoro más la vida. Intento hacer cosas que antes no hacía, porque cada día veo cuán efímera puede ser la existencia. Amigos que estaban bien hace unas semanas, de repente ya no están. Esto te hace ver la vida de otro modo".

Lucía, por su parte, aunque comparte este sentimiento, admite que la rutina diaria puede hacer difícil mantener esta visión a largo plazo. "Juras y te perjuras que a partir de mañana vas a vivir de otra manera, pero la realidad es que tienes que seguir viniendo a trabajar y, a menudo, vuelves a la rutina", confiesa.


LA EVOLUCIÓN EN LOS SERVICIOS FUNERARIOS


La funeraria de Son Valentí ha experimentado grandes cambios a lo largo de los años. "Antes, los velatorios se realizaban en domicilios y los servicios eran muy diferentes. Hoy en día, contamos con instalaciones modernas y hemos avanzado mucho en términos de servicios y tecnología", explica Arturo.

Las mejoras incluyen la construcción de una sala multiconfesional en Son Valentí y una pequeña iglesia en el Tanatorio de Marratxí, permitiendo ceremonias más dignas y respetuosas. Además, los métodos de recogida y acondicionamiento de los difuntos han evolucionado, eliminando la necesidad de traslados innecesarios que solían causar problemas logísticos.



Con el tiempo, también ha cambiado la preferencia de las familias en cuanto a los servicios funerarios. "Antiguamente, todo el mundo se enterraba. Ahora, hay más incineraciones que entierros. Cuando empecé, las incineraciones eran muy raras y solo las solicitaban los extranjeros residentes aquí. Hoy en día, la mentalidad ha cambiado y la incineración se ha convertido en una opción común", explica Arturo.

Este cambio refleja una evolución en las costumbres y creencias de la sociedad, adaptándose a nuevas realidades y necesidades. La funeraria municipal de Palma registró en 2023 un total de 4.150 servicios.


SON VALENTÍ, ANTE EL RETO DE ACERCARSE A LA CIUDADANÍA


Las ampliaciones y mejoras en las instalaciones buscan acercar el cementerio a la ciudadanía, convirtiéndolo en un espacio más accesible y amigable. "La idea es que el cementerio sea un lugar donde la gente pueda pasear, no solo un espacio de tumbas. Queremos que sea un lugar acogedor para la comunidad", destaca Lucía. Este enfoque moderno refleja un cambio significativo en la percepción de los cementerios, adaptándose a las necesidades y sensibilidades de las nuevas generaciones.

En conclusión, la funeraria municipal de Son Valentí no es solo un lugar de despedida, sino un ejemplo de humanidad y dedicación, donde cada miembro del equipo trabaja incansablemente para ofrecer el mejor apoyo posible en los momentos más difíciles de la vida. A través de sus experiencias y cambios, esta institución continúa adaptándose y mejorando para servir mejor a la comunidad, manteniendo siempre un enfoque centrado en la empatía y el respeto hacia las familias en duelo.

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