Arrimadas, el azote de Puigdemont

SI no existiera habría que inventarla, esta es mi humilde presentación sobre esta mujer.

Se ha atrevido con todo y con todos, ha ganado las elecciones en Cataluña en un momento más que delicado, con una atmosfera independentista irrespirable y unos medios como TV3 haciendo campaña a favor del “régimen” el de Puigdemont, Torra y todos los suyos.

Ha aguantado en el hemiciclo Catalán de todo y cuando sube a la Tribuna no se arruga y se expresa con meridiana rotundidad. Pero no voy a glosar su trayectoria que me parece más que envidiable, incluso para que fuera el reflejo de muchos políticos/as que por ganar algún voto son capaces de tragar sapos hasta el infinito, sino reflejar el presente, se ha marchado ayer domingo a la casa de Waterloo en Bélgica, esa sede “secreta” en dónde se le dice a un tal Torra cada día lo que debe hacer, para desplegar una pancarta de lo más elocuente “La República no existe” y no existe sencillamente porque no hay un mayoría de catalanes dispuestos a aceptarla ni tampoco la aceptan el resto de todo el pueblo Español, que al igual por cierto estaría bien preguntarle que opina.

De momento ya le ha costado insultos “machistas” que un servidor los puede calificar propios de una mente enferma y desquiciada, «Buen viaje a Waterloo! (Vigila no te pases de largo y vayas a parar a Ámsterdam... allí, estarías como en casa y además tendrías todos tus derechos laborales respetados!)» Toni Alba se llama el tonto de turno que los ha lanzado, ya están tardando las mujeres independentistas en mandar a la mierda a este fulano, porque un insulto machista no es tolerable en ninguna ideología, o sí?

En fin, yo no puedo decir más que esta mujer los tiene bien puestos y ahora que da el paso de presentarse al Parlamento Español le deseo toda la suerte posible, porque esta es la clase de políticos que quiero para mi País. Siempre he dicho que lo que me mueve en esta vida son las personas por encima de todo, porque aunque en sus pensamientos pueda diferir o no, personas intelectualmente solventes y honestas en política son un bien escaso y las tenemos que cuidar, sean del signo que sean.