Las tensiones internas dentro del PSIB se han reducido prácticamente a cero durante la actual campaña electoral. El temor oficialista era que el aparato palmesano de
Aina Calvo se desentendiese del proceso electoral. No ha sido así. Hay satisfacción entre
Francina Armengol y su entorno porque los calvistas se han puesto a trabajar para conseguir un resultado satisfactorio en la capital. La dirección ha visto que Calvo no intentará ligar un mal resultado en las urnas el día 25 con el hecho de que ella perdiese las primarias.
Todo cambiará a partir de junio, en que se abrirá el proceso de primarias para designar en septiembre al candidato socialista a la alcaldía de Palma. Calvo aún no ha enseñado sus cartas, lo que impide que Armengol tome la decisión definitiva sobre quien será su candidato.
"Es Calvo quien tiene que mover ficha y aclarar su futuro", afirman los oficialistas.