En la conferencia pronunciada ayer por Francina Armengol en los Encuentros Informativos de mallorcadiario.com quedó claro que la presidenta del Govern tiene una idea absolutamente pragmática del modelo turístico que su Ejecutivo ha desarrollado durante las dos legislaturas que ha presidido la Comunidad Autónoma. Perfecta conocedora de la importancia capital del turismo y del sector servicios en Baleares, su objetivo ha sido permitir su desarrollo controlado, sin posibilitar que un motor tan potente acabe excesivamente acelerado y pueda griparse. Así, se ha puesto el foco en aumentar la calidad y no en la cantidad, consciente de que Baleares no puede crecer en el número de turistas, sino que debe hacerlo aumentando la calidad de la oferta, lo que permitirá incrementar el gasto turístico de quienes nos visitan.
A través del diálogo con el sector y también con los sindicatos representativos, se ha logrado mucho más que con medidas unilaterales de resultado incierto y, en todo caso precario, que a la postre resultan desestabilizadoras. Y hay que reconocer que los resultados avalan su política, con cifras récord de gasto turístico (17.316 millones de euros en Baleares en 2022), un aumento del gasto por turista y día (una media de 160 euros el año pasado) y una impresionante transformación de la industria hotelera, que ha pasado de 90.000 plazas turísticas de cuatro y cinco estrellas a más de 160.000 plazas, con una notable disminución de plazas de menor categoría y obsoletas.
La candidata socialista a la reelección quiere que el turismo sea un motor transformador del resto de sectores económicos y del conjunto de la sociedad, por lo que huye de planteamientos radicales que otros defienden con vehemencia, pero más de cara a la galería que con intencionalidad real. De ahí que Francina Armengol pueda presumir de haber contado casi siempre, durante su tarea de gobierno en materia turística, con el apoyo del sector. Su visión práctica es el elemento diferenciador que hace que Baleares sea, hoy por hoy y gracias al turismo, el motor económico del país.