Junto al Gobierno se han posicionado las comunidades de Asturias, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía, Balears y Extremadura, todas gobernadas por el PSOE, y Cantabria, del PRC.
En contra han votado la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Galicia, Murcia y La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, controladas por el PP, además de Canarias, de Coalición Canaria. La Comunidad Valenciana, en la que gobierna el socialista Ximo Puig, ha registrado la única abstención de la votación.
Este ha sido el resultado alcanzado en el encuentro del Consejo que reúne a la titular de Hacienda, María Jesús Montero, y a los consejeros autonómicos del ramo, excepto Euskadi y Navarra. La cita ha estado marcada por la ausencia de la Generalitat de Cataluña.
La propuesta del Gobierno supone rebajar dos décimas el objetivo de déficit de las comunidades autónomas de cara al próximo año, de forma que pasará del 0,1 por ciento del PIB previsto al 0,3 por ciento, lo que se traducirá en un incremento de los recursos autonómicos de alrededor de 2.400 millones de euros.
Montero indicó la semana pasada que la nueva senda de estabilidad presupuestaria acordada con Bruselas contempla un déficit del 1,8 por ciento para 2019, por encima del 1,3 por ciento estimado con anterioridad. Lo que ha permitido que el Ejecutivo reparta entre las administraciones un aumento de estos objetivos.