Que la gastronomía está de moda resulta de lo más evidente, diría que hasta incontestable. Que los medios de comunicación han contribuido a que la repercusión que está experimentando todo lo relacionado con la cocina, la repostería, la restauración o la coctelería se vea notablemente amplificada, no puede negarse. Pero no es menos cierto que si detrás de todo eso no hubiera una propuesta seria, unos cimientos sólidos y unos buenos profesionales, lo que ahora son hojas de diario, focos y minutos de televisión o radio, podrían dejar paso al silencio y al olvido. No obstante, podemos estar tranquilos porque no es este el caso del que vamos a hablar aquí. De hecho, debemos comenzar constatando el maravilloso estado de salud de la gastronomía en Balears. Se ha trabajado y se está trabajando mucho en muy diversos ámbitos para situar nuestra gastronomía en el lugar que se merece. Y en esas debemos estar todos. Precisamente, en este sentido, me gustaría destacar que, si bien es prioritario velar por el mejor resultado de cada uno de los concretos negocios implicados en esta industria, resulta tremendamente satisfactorio comprobar que nos hallamos en un sector en que el trabajo colaborativo y cooperativo está cobrando una especial relevancia. En otras palabras, cuando hablamos de luchar y potenciar la gastronomía resulta fácil sumar esfuerzos, cada uno aporta un ingrediente, una parte esencial de una receta conjunta que hace mejor día a día la oferta gastronómica de Balears.
Y una muestra más de ese buen ambiente que viene imperando en este terreno lo encontramos en la entrega de los Premios Gastronómicos de la Associació de Periodistes i Escriptors Gastronòmics de Balears. En este caso, quienes mejor conocen el sector, quienes tienen la oportunidad de hablar, de escribir, de sentir el día a día de nuestra gastronomía son los que, el pasado lunes en Mallorca y mañana en Menorca, entregan estos ya más que consolidados reconocimientos que, tras cuatro ediciones, pretenden rendir un sentido homenaje a todos aquellos profesionales y aquellas entidades que contribuyen de forma decisiva a la hora de potenciar nuestro producto, nuestra tradición, nuestra forma de trabajar y nuestra forma de entender la gastronomía. En esta ocasión los galardonados en Mallorca han sido: como Chef del año, Fernando Pérez Arellano, en cuyo Restaurante Zaranda brilla con fuerza la segunda Estrella Michelin recientemente conquistada; como Repostero del año, el gran Jaume Oliver del Forn Can Salem, de Algaida; como Restaurante Revelación, Adrián Quetglas, que ha vuelto a su tierra después de los éxitos cosechados en la lejana Rusia; en lo que se refiere a la Promoción del Producto Local, resultó premiado Biel Torrens, quien lucha por la recuperación de variedades locales desde Can Caló, en Sencelles; como Sumiller y mejor Jefe de Sala resultó galardonado el gran Roberto Durán, joven maestro que se encuentra en estos momentos en el exclusivo Club 67, de Londres; el premio "Caty Juan de Corral" al mejor restaurante de cocina local fue para Can March, en Manacor, donde podemos disfrutar de la fantástica labor del gran Miquel Gelabert, quien mejor que nadie entiende de tradición, familia y buen trabajo en una cocina; como mejor Bar y Gastrobar del año resultó premiado el espectacular Brassclub de Palma, con un fantástico equipo capitaneado por el campeón y maestro Rafa Martín; y para terminar, como reconocimiento a su trayectoria profesional, se premió al Chef Josef Sauerschell, quien continúa llevando la excelencia al Restaurante Es Racó d'es Teix de Deià desde su apertura en 1.999, alcanzando una Estrella Michelin y, lo que es más importante, un final feliz para una historia de amor con la cocina.
Lo cierto es que estamos en presencia de unos excepcionales profesionales ante los que sentir la máxima admiración por el magnífico trabajo que llevan realizando en cada uno de sus ámbitos. Y lo más sorprendente es que no nos cansaríamos de citar otros tantos que, del mismo modo, están haciendo cada día más grande la cocina, el trabajo de sala, la repostería, la coctelería, la defensa del producto y en general, nuestra gastronomía. Por todo ello, estamos de enhorabuena. Y que desde los medios de comunicación se sumen de forma decidida a esta realidad, es para estar más que satisfechos. Con estos ingredientes, no hay duda, el éxito está asegurado, de modo que apostemos, apostemos todos, juntos, sumemos esfuerzos, apostemos por nuestra gastronomía.