Me ha sorprendido leer que un dirigente de Comisiones Obreras ha dicho que Antich vive en el País de las Maravillas al ver brotes verdes, el final de la crisis, cuando se está muy lejos de la recuperación económica. El Govern no es culpable de la crisis, pero sí de haber diagnosticado tan mal la situación económica. Las previsiones económicas del Ejecutivo han estado muy lejos de la realidad, y en 2008 se presentó un presupuesto desmesurado con la excusa de hacer inversiones y mantener la inversión. Ahora, en cambio, el mismo Govern que presentó unos presupuestos expansivos ha tenido que ajustar en dos ocasiones su proyecto presupuestario, el último de ellos sin que haya pasado por el Parlament para su debate. Frente a un Antich que quiere presentarse a unas elecciones con el mensaje de que la economía mejora, la CAEB pronostica que el final del túnel se producirá en 2014, nada más y nada menos. Antich no es el responsable de la crisis y su margen de maniobra es bastante escaso, pero el líder socialista, al igual que otros barones de su partido, sí son corresponsables por su silencio cómplice de las tropelías económicas de Zapatero.
