Cómo de mal deben ver el porvenir y qué malas expectativas electorales deben tener los socialista para perpetrar una cacicada de este calibre y valerse de su delegado en IB3, Andreu Manresa, para manipular el debate entre los candidatos a presidir el Govern de una forma tan grosera y antidemocrática.
Primero fue la negativa de la presidenta del Govern y aspirante a la reelección, Francina Armengol a tener un debate cara a cara con la candidata del PP, Marga Prohens. Sólo eso ya fue muy revelador de que en el PSOE no las tienen todas consigo y prefieren no arriesgar.
Y ahora esto. IB3 y todos los partidos políticos con representación parlamentaria, incluido el PSIB-PSOE, alcanzan un acuerdo con los términos en que habría de realizarse el debate el próximo domingo. El azar, tras un sorteo celebrado el lunes, decidió los aspectos más controvertidos y sobre los que no había acuerdo. Y el martes, los estrategas socialistas y el Consolat de Mar deciden que no les gusta el resultado del sorteo. Llaman a Andreu Manresa, correveidile de Armengol, y éste convoca una nueva reunión telemática, con 40 minutos de antelación, para comunicarles a los partidos que aquello que se pactó, se queda en nada. Las normas son las que decide IB3 y las que benefician a los socialistas. Y no hay más que hablar.
Todos los partidos, excepto el PSOE, ponen el grito en el cielo y difunden comunicados criticando a IB3. Los socios de gobierno de los socialistas, Podemos y Més per Mallorca, tachan a Manresa y a IB3 de no ser imparciales. Bueno, realmente los acusan de algo más grave: de parcialidad, de actuar a favor del partido de la presidenta Armengol. Incluso los ecosoberanistas amenazan con llevar el asunto ante la la Junta Electoral.
Ni los informativos de IB3 TV ni los de IB3 Ràdio durante el martes por la tarde y el miércoles por la mañana informan de la controversia, pese a que lo llevan todos los periódicos, impresos y digitales, y pese a que los partidos políticos se han pronunciado con duras críticas. Sólo esto es prueba irrefutable de la manipulación informativa de IB3, que no informa de una decisión de su director general que es noticiosa y que están criticando todos los partidos políticos a excepción del PSOE.
El papelón de Andreu Manresa es antológico. El gran periodista que sólo reporta ante el Parlament, se ha puesto en evidencia y ha demostrado, por si cupiera alguna duda, que está a las órdenes del Consolat de Mar y que IB3 es un instrumento más de la maquinaria socialista. Una vergüenza absoluta.