Ambición para Palma de Mallorca

Siempre me ha parecido una excelente idea la de autorizar la apertura comercial los domingos y festivos. Dinamiza la ciudad, genera sinergias positivas desde cualquier perspectiva.

Una ciudad como Palma no podía permitirse el lujo de mostrar sus calles vacías los domingos, ni tampoco esa falta de vida que suponía la no autorización para la instalación de terrazas en las aceras y en los espacios públicos.

En cada rincón dónde se ha autorizado una terraza, se ha recuperado la vida empresarial y lúdica. Ahora Palma ha iniciado un cambio de fisonomía que debe continuar.

A veces, los cambios no consisten únicamente en la ejecución de obras, sino que se puede cambiar una ciudad con algo tan sencillo como permitir la instalación de terrazas en la Rambla o en el Paseo del Borne. Y, a partir de ahí, con la configuración de un mapa de la ciudad estableciendo, de forma consensuada, los puntos estratégicos para la autorización de más instalaciones.

Este era el primer paso, pero hay otros: la dinamización de las calles de Palma en colaboración con las grandes firmas; la recuperación de un espacio estratégico de nuestra ciudad: las galerías de la Plaza Mayor; la organización de eventos que a nivel internacional, sitúen a la ciudad de Palma en los primeros puestos; la apuesta público-privada para fomentar que las grandes firmas abran sus espacios en la ciudad…

Una ciudad como Palma de Mallorca merece que seamos ambiciosos. Hete aquí pues parte de un programa ambicioso de dinamización de la ciudad, porque hoy no me apetecía seguir hablando de lo mismo