Alternativas para facilitar el acceso de clientes a los comercios del centro de Palma

Los responsables de Movilitat del Ayuntamiento de Palma han emprendido una ronda de contactos para explicar el proyecto Palma Camina, presentado la semana pasada y objeto de grandes críticas en algunos sectores por la falta de debate previo. El plan pretende reducir el tráfico de vehículos en una amplia zona de la capital, recuperar espacios para los peatones y disminuir las emisiones de gases contaminantes en zonas concretas de la ciudad; y lo hace, entre otras cosas, prohibiendo aparcar a los no residentes en todo el anillo interior que delimitan las Avenidas. Una opción que compromete seriamente el acceso de clientes a los comercios del centro.

Las primeras restricciones a la circulación que prevé Palma Camina se iniciarán en la zona de Sant Jaume y Bonaire, según anunció Cort este martes coincidiendo con el periodo de exposición pública del proyecto, abierto hasta el próximo 12 de julio. Como antesala de los contactos previos, el propio alcalde, José Hila, se reunió el lunes con una delegación de los pequeños comerciantes representados por Pimeco.

Ante ellos, el primer edil se comprometió a reducir las tarifas de los aparcamientos de la sociedad municipal SMAP. No es la opción ideal defendida por los comerciantes -que ven en las grandes superficies del extrarradio una competencia imbatible con buenos accesos y aparcamientos gratuitos-; ellos querían facilidades y gratuidad para aparcar a sus clientes, pero, de momento, el compromiso de Cort parece satisfacer sus demandas y parar el golpe.

La preocupación de los pequeños comerciantes por su supervivencia es comprensible, muy afectados por la falta de turismo, primero, y por las limitaciones de movilidad en el centro de la capital, después. Cort acierta en ofrecer alternativas que no aceleren la crisis que sufre el pequeño comercio del centro de la ciudad, abriendo un camino que lleve a la adopción de más beneficios para todos aquellos que se mueven diariamente en la zona de Palma más concurrida, una zona que alberga instituciones, establecimientos, colegios, sedes oficiales, juzgados y oficinas de todo tipo, además de comercios; una ciudad que verá muy difícil su vida cotidiana si no se palían los efectos del nuevo plan municipal. Empezar a escuchar a los afectados ya es un paso.

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