El conseller y aspirante a la sucesión, Iago Negueruela, defendió ayer que 580.000 euros de su área turística fueran a financiar un evento organizado por el grupo mediático filosocialista por antonomasia, denominado "Los 40 Music awards", es decir, los premios que entregó la emisora a músicos de su cuerda durante una fiesta -de dudosa repercusión, salvo para los incondicionales de la cadena- en el velódromo de Palma el pasado 12 de noviembre. Este verano, Negueruela presentaba el fasto como "La semana de Los40 en Illes Balears" que calificaba, nada menos, que de 'semana cultural'. No sé cómo hemos podido sobrevivir durante casi 800 años sin este tipo de 'cultura' y sin linces de la política como don Iago.
La excusa, obviamente, era que el retorno en términos de promoción turística -siempre según el delfín de Armengol- iba a ser espectacular, como del 600% de la 'inversión'. Por lo visto alemanes, británicos y nórdicos no hacen otra cosa que escuchar Los 40 principales para decidir si vienen o no a Mallorca.
En total, las administraciones afines de Balears han patrocinado con nuestro dinero más de un millón de euros de esta fiestuqui de la cadena progre. Ya hemos gastado, pues, uno de los cien millones de euros que la magnánima María Jesús Montero nos regaló para compensar la insularidad.
Y es que nos sobra la pasta; no hay ya sonrojantes colas en la iglesia dels Caputxins, ni desempleo, ni necesidad alguna que cubrir en los servicios sociales, escuelas y hospitales (para esto último, Negueruela probablemente confía en su paisano Amancio Ortega). Ardo en deseos de conocer qué parte del dispendio ha sido sufragada con fondos propios de la SER, aunque me temo que seguiré ardiendo in saecula saeculorum, cual insatisfecho Luzbel.
No estaría de más que el conseller gallego de turismo balear, que se confiesa admirador del socialismo prosoviético de Largo Caballero, hubiera preguntado antes qué consecuencias jurídicas podría reportarle su decisión filantrópica de sufragar a sus correligionarios con el dinero de todos.
Aunque temo que la orden de financiar a la cadena amiga del gobierno partiera de las altas instancias mesetarias del PSOE, debemos recordar que, en Balears, ha habido políticos al cargo de instituciones públicas de promoción turística -Inestur, Ibatur, ¿se acuerdan?- que dieron con sus huesos en prisión por haber financiado irregularmente eventos y contratos de 3.000 o 5.000 euros.
Está claro que no eran del PSOE, porque el listón socialista para considerar la existencia de meros indicios corrupción está muy alto, tras 40 años gobernando Andalucía.
Lo que para un político mallorquín será siempre un delito nefando que, a criterio de la hoy enmudecida Fiscalía Anticorrupción, debe comportar siempre penas privativas de libertad, para un socialista gallego es solo algo así como lo que se gasta en una feria comprando estampitas de Largo Caballero.
Con criterios así de rigurosos pretende este personal gastar los 140.000 millones de euros que la Unión Europea va a prestarnos. Que siga la fiesta.