Cada español consumió 11,07 gramos de azúcar al día y una media de 0,36 gramos de edulcorante entre 2015 y 2016. Esto supone el 22% de lo recomendado cada día para el azúcar (50 g) y el 67% de lo admitido de edulcorante al día (la media admitida por la EFSA en un adulto de 70 kg), según el estudio sobre el consumo y el gasto directo en azúcar y edulcorante realizado a partir de datos del Minsiterio y publicado por Eroski Consumer. En estas cifras no se tienen en cuenta los productos procesados que incluyen azúcar o edulcorante entre sus ingredientes.
La publicación señala lo económico que es comprar azúcar y edulcorante. Entre 2015 y 2016, cada persona apenas gastó 4,28 céntimos de euro por cada 50 gramos de azúcar y 1,03 céntimos por 0,93 gramos de edulcorante.
Los dietistas citados por la publicación señalan que "lo dulce es un sabor que a la mayoría de las personas nos resulta agradable y nos gusta experimentar lo agradable cuantas más veces mejor; incluso ya se empieza a hablar de adicción al sabor dulce". "Los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías -indican- nos parecen la opción más viable a la hora de evitar las calorías de los productos azucarados". El nutricionista Julio Basulto recuerda "la conveniencia de sustituir el azúcar por un edulcorante artificial en el caso de estar tomando mucha cantidad de azúcar y tener caries y exceso de peso: Otra cosa es atribuir a ese edulcorante la mágica capacidad de adelgazar o de curar una diabetes, cosa que no hace ninguno de ellos”.
Según María Colomer, dietista-nutricionista del Comité Asesor de la Academia Española de Nutrición y Dietética, "se confunde saludable con aporte o no de calorías y el aporte de más o menos calorías no hace que un alimento sea más saludable. ¿Qué nutrientes nos aportan el azúcar o los edulcorantes? Ninguno que tenga una importancia para la salud. Por tanto no podemos decir que un edulcorante sea más saludable que el azúcar."