Como símbolo de conciliación política, Fernández ingresó a la sede del Poder Legislativo llevando a la vicepresidenta saliente, Gabriela Michetti, en su habitual silla de ruedas.
"Yo, Alberto Ángel Fernández, juro por Dios, la patria y los santos evangelios, desempeñar con patriotismo el cargo de presidente de la nación", ha pronunciado el líder del Ejecutivo en su primer día al mando. Aquella típica frase también fue pronunciada por Cristina Fernández de Kirchner.