La presidenta del Govern, Francina Armengol, se reunirá con el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, el día 2 de septiembre en el Palacio de la Moncloa. La presión que ha mantenido el Ejecutivo autonómico ha surtido efecto, según parece. La propuesta lanzada desde el Consolat de Mar para que aprovechando el despacho del Rey don Felipe con el presidente Rajoy, mantuviese un encuentro en Palma con la líder del PSIB, por breve que fuera, era todo un dardo envenenado muy difícil de esquivar.
Rajoy alarga en el tiempo un encuentro solicitado por Armengol hace ya un mes y que desde que fue formalmente reclamado hasta que se materialice habrán trascurrido dos meses aproximadamente, lo que confirma el desdén con que Rajoy afronta la cita y lo poco que le interesan los asuntos de las comunidades autónomas, en especial las que ya no gobiernan los populares.
No hay que esperar demasiado del encuentro, por más que sea una buena noticia que haya diálogo leal entre distintas Administraciones. Como dejó claro Rajoy en Marivent, en su comparecencia ante los periodistas para informar de los detalles del despacho con el Jefe del Estado, la legislatura está finiquitada para el líder del PP. El asunto de la financiación autonómica, que es el principal tema que quiere tratar Armengol con el Gobierno central, será cosa de la próxima legislatura y del próximo Ejecutivo que salga de las urnas. Ahora no hay mucho que hacer y menos entre Rajoy y Montoro con una presidenta de Balears socialista.