Ya hay fecha de apertura del Palau de Congressos de Palma. La infraestructura más deseada de los últimos años y que más ha costado edificar, entrará en funcionamiento el 1º de abril. Esta vez la fecha no la estima un político de acuerdo a sus deseos, sino el vicepresidente y consejero delegado de Meliá Hotels, la empresa que gestionará su funcionamiento y el del hotel anexo y en el que se juegan en gran parte su prestigio. De ahí que esta vez sí resulte creíble la estimación puesta en boca de Gabriel Escarrer de traer a 77.000 clientes en los próximos años. En efecto, supone un reto enorme y como confesó Escarrer, una apuesta personal de su familia.
Al fin parecen haberse superado todos los obstáculos administrativos, incluido el asunto de las butacas, por lo que Palma podrá entrar en el circuito del turismo de congresos y convenciones, que a decir de los expertos supondrá la llegada de un importante número de visitantes fuera de los meses de temporada alta. Gracias a ello muchos otros sectores económicos se verán beneficiados y es de esperar que todo se traduzca en un incremento de la actividad en temporada baja y la creación de puestos de trabajo.
La ciudadanía desea que el Palau de Congressos, después de años de vicisitudes y problemas de todo tipo, acabe siendo una realidad tangible que genere riqueza, única forma de recuperar la multimillonaria inversión que ha supuesto esta infraestructura tan demandada por el sector turístico y empresarial que al final tuvo que ser costeado con fondos públicos. Daremos todo por bien empleado si se consiguen los objetivos planteados por Gabriel Escarrer y Mallorca se posiciona en el mercado del turismo de negocios.