Aguirre no merecía esa despedida

Javier Aguirre no continuará al frente del RCD Mallorca. Lo que era ya un secreto a voces, fue anunciado de forma oficial por el RCD Mallorca a última hora de la tarde del pasado miércoles. Al día siguiente, el club organizó un acto para despedir al mexicano, que en dos temporadas y media como entrenador 'barralet' ha logrado tres permanencias en Primera División, un subcampeonato de la Copa del Rey y una clasificación para la Supercopa de España que tendrá lugar a principios de enero del próximo año en Arabia.

La despedida no estuvo a la altura del azteca, sentado, con cara de circunstancias, entre el CEO del club, Alfonso Díaz, y su "verdugo", el director deportivo, Pablo Ortells. Un acto en el que no hubo afición y en el que no dejaron preguntar a unos medios que se desplazaron hasta Son Moix para asistir a una fría escena que no llegó ni a los siete minutos de duración. Todo ello, además, mientras el juvenil bermellón se jugaba el pase a la final de la Copa de Campeones.

Más allá del debate futbolístico sobre la continuidad o no del veterano técnico veterano, están las formas. Y Aguirre no merecía esto. Sobre todo teniendo en cuenta que, el próximo y último encuentro de los de rojo y negro es lejos de la isla. El azteca merecía despedirse de una afición que no lo idolatra como a Héctor Cúper o a Luis Aragonés, pero que le estará eternamente agradecida por llevar a su equipo, a su 'Mallorqueta', a toda una final de la Copa del Rey más de dos décadas después.

Nunca sabremos qué hubiera pasado de ganar la Copa del Rey en La Cartuja. O qué hubiera sucedido con Abdón sobre el verde. Los penaltis, aquellos que dieron la gloria en semifinales en San Sebastián, volvieron a negar la gloria como en Mestalla en 1998 y distanciaron al banquillo con los que mandan, tal y como ha quedado demostrado con los hechos acontecidos.

Todo apunta a que Joseba Arrasate, entrenador de Osasuna, será su sustituto. Esperemos que, cuando llegue el momento, el RCD Mallorca haya aprendido la lección de cómo se despide a los suyos. Y es que la salida de Aguirre ha recordado, a más de uno, a las de Salva Sevilla, Manolo Reina o Luis García Plaza. Todos ellos, ídolos de la afición, merecieron otra salida del club. Las formas, y los valores que transmiten, también son importantes.