Aritz Aduriz ya no regresará a los terrenos de juego. La lesión que los médicos le han detectado esta misma semana y que le obligará a pasar por el quirófano para colocarle una prótesis de cadera ha convencido al jugador vasco de que, con 39 años cumplidos, había llegado la hora de poner punto y final a una brillante trayectoria que le ha llevado a defender, entre otros equipos, la camiseta del Real Mallorca.
El goleador vasco, que cuelga las botas en el equipo que en mayor medida ha marcado su carrera, el Athletic de Bilbao, perteneció a la disciplina mallorquinista durante dos temporadas, entre 2008 y 2010. Aduriz aterrizó en Son Moix después de que el club balear, entonces presidido por el empresario del sector de la construcción Vicenç Grande, se comprometiera a abonar al Athletic una suculenta cantidad de dinero a cambio de hacerse con los derechos de uno de sus futbolistas franquicia.
A pesar de que, posteriormente, el Mallorca incurrió en continuos impagos del traspaso que motivaron diversas reclamaciones formales por parte del conjunto bilbaíno, la realidad es que Grande se salió con la suya e incorporó a la plantilla a uno de los mejores delanteros de su generación. En el Mallorca, Aduriz no defraudó las expectativas: anotó un total de 24 goles en Liga y se convirtió en el máximo artillero del equipo durante las dos temporadas en que vistió de bermellón. Gracias a su olfato ante la portería contraria, los mallorquinistas completaron dos de sus mejores años en Primera División.
172 DIANAS COMO ROJIBLANCO
Tras su paso por Son Moix, Aduriz se marchó traspasado al Valencia CF, y de la capital del Turia volvió a la que siempre había sido su casa, el Athletic. De hecho, el futbolista donostiarra, quien cumplió los 39 años el pasado mes de febrero, se ha convertido por méritos propios en el sexto jugador que más goles ha convertido en la historia de la escuadra vasca, con nada menos que 172 dianas.
Tan solo le superan históricos de la talla de Zarra, Bata, Dani, Gorostiza e Iraragorri. El último tanto de Aduriz con la camiseta del Athletic, y, en definitiva, de su carrera profesional, lo marcó en la primera jornada de la actual temporada en Primera División, cuando, en los compases finales del partido frente al FC Barcelona en San Mamés, batió con una espectacular media chilena al guardameta alemán Ter Stegen.
Pocas semanas más tarde, Aduriz regresó por última vez a Son Moix como jugador en activo, y fue objeto de un emotivo homenaje por parte de una afición que jamás ha olvidado el excelente rendimiento que el delantero vasco ofreció durante sus dos temporadas en el Mallorca. Aduriz supo corresponder a las muestras de cariño de los seguidores bermellones, y, aunque lógicamente fuera contra su voluntad, marró el penalti que, ya casi en el tiempo de descuento, hubiera proporcionado al Athletic los tres puntos en disputa.