Se esta tramitando en el Parlament el ANTEPROYECTO DE LEY DE LA ATENCIÓN Y LOS DERECHOS DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE LAS ILLES BALEARS que puede adoctrinar por parte de la administración a los menores vulnerando los derechos constitucionales de los padres a la educación de sus hijos .
Hemos registrado 13 alegaciones al anteproyecto al igual que 55 padres que durante estas semanas han ido registrado sus alegaciones al comprobar que se vulneran en dicho texto sus derechos pidiendo que se exija sus consentimiento expreso para que sus hijos asistan a programas de educación afectivo-sexual (art. 30.5) al igual que se requiere para que asistan a manifestaciones (art .21.2)
En un anteproyecto tan extenso en donde se regula los derechos y deberes de la infancia y la adolescencia en Baleares hemos detectado la omisión expresa en algunos artículos del derecho constitucional de los padres a la educación de sus hijos según sus convicciones. y así evitar que cualquier administración pueda imponer su ideología mermando el principio de neutralidad que la sostiene.
Habría que pedir a los grupos parlamentarios que recojan estas alegaciones para preservar el derecho que asiste a todo padres, independientemente de su ideología,, a educar a sus hijos según sus convicciones.
Es de gravedad el artículo 39 donde se indica que una obligación de la administración sea "La educación en valores, individualmente, que fomenten una conciencia ética y moral en el alumnado " sin ninguna referencia al mandato constitucional que ampara a los padres y madres en la educación moral de sus hijos según sus convicciones.
Que valores para fomentar una conciencia ética y moral van a imponer, los de un partido u otro dependiendo de las mayorías? Y los padres y sus convicciones filosóficas, religiosas y morales donde quedan? Cada vez nos están arrinconando más hasta llegar a que no podamos educar a nuestros hijos porque el estado impondrá cuales son los valores éticos y morales que nuestros hijos deben aprender.
Reaccionemos , aún estamos a tiempo y defendamos que los padres, como protagonistas de la educación de nuestros hijos, somos los verdaderos responsables de ellos y de su educación ética y moral, y no el Estado.