Los jóvenes han podido disfrutar en el stand de ADEMA de dos experimentos. En el primero de ellos bajo el título Descubriendo lo invisible con huevos de colores, los estudiantes pudieron observar el impacto de los alimentos azucarados, ácidos y el flúor sobre los tejidos dentarios con una simulación de huevos de gallina.
En el segundo, “Dos estaciones de un viaje el micromundo de tu boca”, los participantes pudieron observar en el microscopio óptico sus propias células epiteliales de la mucosa bucal y los microorganismos de la placa dental.
Para la coordinadora de Investigación y Formación de la Escuela Universitaria de Odontología ADEMA, Nora López, “es importante que los estudiantes puedan saber que el mundo de la investigación es una salida profesional más interesante y que en Balears va a tener en nuestra Escuela un lugar clave. Hemos creado una Unidad de Investigación, de carácter multidisciplinar conformado por investigadores y docentes en nuestra Escuela. Queremos llegar a las personas y poner al servicio de la sociedad nuestra investigación en el campo de Salud Pública para analizar, proponer y gestionar programas de promoción y prevención de enfermedades de alta prevalencia en la actualidad”.
Según las conclusiones del estudio de “El Futuro de la Profesión de Dentista en España: Expectativas laborales en los nuevos egresados”, elaborado por el Consejo General de Dentistas de España entre estudiantes de 12 universidades públicas y privadas con Facultad de Odontología, 7 de cada 10 estudiantes (76%) de Odontología volvería a elegir de nuevo esta carrera si pudiera volver atrás por su índice de satisfacción con la formación recibida. Los alumnos de Odontología tienen una “positiva visión de la profesión” y consideran que se trata de un “trabajo reconocido que otorga cierta independencia laboral”.
Durante los talleres, también el equipo de ADEMA explicó los pilares de una Escuela donde “apostamos por la innovación en la metodología de aprendizaje basada en un proceso investigador, experiencial, personalizado y permanente, así como el fomento del espíritu emprendedor y las habilidades y aptitudes permanentemente en contacto con el tejido productivo del sector de salud”. Por último, se motivó a los alumnos a que “no se conformen con lo que ven en clase, sino que dediquen un poco de tiempo adicional para hacer ciencia, y estimular su curiosidad. El stand se convirtió en una verdadera incubadora de pequeños científicos.