Durante su declaración, el joven ha recordado que la relación empezó cuando él tenía 17 años y la chica 14, y ha reconocido que era consciente de la edad de la menor. Igualmente, ha relatado que desde el inicio de la relación empezaron a mantener relaciones sexuales y que fue a principios de 2020 cuando decidió romper con ella.
"Teníamos demasiada ansiedad y no quise continuar con la relación. Nos peleábamos constantemente por tonterías", ha indicado el acusado a preguntas de la fiscal.
Seguidamente, ha remarcado que no se considera una persona celosa, pero que tenían "muchas discusiones por diferentes causas", reconociendo como "tóxica" la relación. "Me di cuenta de que lo nuestro no era normal, era una relación tóxica y solo discutíamos por tonterías", ha continuado.
Cabe recordar que, según el escrito de la fiscal, una vez rota la relación la víctima acudió una mañana a casa del acusado y, estando ambos en la habitación de éste, él empezó a realizarle tocamientos y la agarró de los brazos pese a la negativa de la chica, hasta penetrarla.
En otra ocasión, cita el escrito, y tras llamar la joven al procesado, ambos se desplazaron en el coche de él hasta el aparcamiento de un establecimiento, manteniendo nuevamente relaciones sexuales, pese a que la chica en principio manifestó que no quería.
Al respecto de estos dos momentos, el chico ha reconocido las relaciones sexuales que mantuvieron, pero ha negado que fueran en contra de la voluntad de la víctima, insistiendo en que "nunca" le expresó que no quería y que "siempre ha sido consentido".
LA PRESUNTA VÍCTIMA RESPONDE: "SIEMPRE TENÍA MORATONES POR TODO EL CUERPO"
La presunta víctima de violación a manos de su exnovio, ha relatado este lunes, durante el juicio contra el chico, "tres ocasiones" en las que fue agredida físicamente por parte del procesado y ha afirmado que "tenía moratones por el cuerpo siempre".
La primera vez, según ha contado la chica, él le pegó un puñetazo en la boca del estómago y la segunda, durante una verbena, le agarró del cuello. En ambas ocasiones, ocurridas en la calle, se llamó a la policía y salieron "corriendo".
"Otra vez me agarró del brazo. Tenía moratones por todo el cuerpo siempre", ha insistido la víctima, quien ha indicado que estos episodios se producían "cuando hacía algo que no le gustaba" a él. Igualmente, ha declarado que el acusado le pedía vídeos sexuales explícitos.
CUESTIONES PREVIAS
En el marco de las cuestiones previas, el abogado del joven ha planteado algunas como la no introducción de un informe o la nulidad de la primera declaración del acusado, alegando indefensión o vulneración de derechos. Entre los motivos, ha señalado que el chico no recibió una asistencia letrada eficaz cuando fue llamado a declarar en el juzgado o la falta de relato en el escrito cuando se habla de conceptos como 'violencia psicológica de tal intensidad'.
Tras un tiempo de deliberación, el Tribunal ha rechazado declarar nula la declaración del joven al considerar que no se vio vulnerado ningún derecho y también ha rechazado la no introducción del informe. De igual modo, la Sala ha rechazado la introducción de una prueba presentada por la defensa, relativa a unas publicaciones en Twitter de la víctima.
LOS HECHOS
Según el escrito de acusación, el procesado y la víctima mantuvieron una relación sentimental cuando él tenía 16 y la chica 14 años hasta, al menos, finales de 2019 o principios de 2020, contando entonces el joven con 19 años y la chica con 16.
Sin embargo, relata el escrito del Ministerio Público, dicha relación se desarrolló con multitud de problemas y conflictos motivados por celos y actitud de control, enfados, rupturas y discusiones, existiendo una fuerte dependencia emocional entre ambos.
Sin que conste la fecha exacta pero en todo caso desde que empezaron a ser pareja en mayo de 2017 y hasta su finalización, ambos mantuvieron en varias ocasiones relaciones sexuales, conociendo el procesado la edad de la víctima.
Según la fiscal, una vez se rompió definitivamente la relación, la chica, cuya dependencia emocional seguía siendo fuerte, acudió una mañana a casa del acusado, en Palma. Estando ambos en la habitación de éste, él empezó a realizarle tocamientos y la agarró de los brazos pese a la negativa de la chica, hasta penetrarla.
En otra ocasión, cita el escrito de acusación, y tras llamar la joven al procesado, ambos se desplazaron en el coche de él hasta el aparcamiento de un establecimiento, manteniendo nuevamente relaciones sexuales, pese a que la chica en principio manifestó que no quería.
Con fecha de 9 de julio de 2020 se dictó por el juzgado de violencia sobre la mujer número 2 en favor de la víctima, quien ha precisado tratamiento psicológico desde febrero de 2018, prosiguiendo el mismo hasta la actualidad.
La fiscal solicita por tales hechos siete años de cárcel y la prohibición de que el acusado se acerque a menos de 500 metros de la perjudicada, así como el pago de una indemnización de 3.000 euros en concepto de daño moral y psicológico.