El Govern confirmó este martes que el precio de los vuelos que conectan Baleares con la Península ha aumentado un 10 por ciento a raíz de la subida del descuento de residentes del 50 al 75 por ciento. El dato fue hecho público por el conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, y confirma en parte la denuncia realizada por la asociación de agencias de viajes, Aviba, que, a finales del pasado año, presentó un informe que cifraba la subida en un 27 por ciento.
La aplicación de un descuento del 75 por ciento había sido una reivindicación largamente planteada, pero su aplicación ha conllevado una escalada de los precios, especialmente en periodos de gran tránsito hacia la Península, como las Navidades o algunos puentes. Al final, el aumento de la demanda por encima de la oferta ha subido las tarifas y ha provocado la extraña situación de que las compañías aéreas acaben sacando más beneficio de las bonificaciones a residentes que los propios ciudadanos. Sin descartar que, ante un escenario de vuelos altamente bonificados, las propias aerolíneas hayan optado por incrementar la tarifa base.
El propio Govern se mostró escandalizado ante el dato de la subida que aportó Aviba hace tres meses, expresando su "rechazo absoluto" a que las compañías aprovechasen el descuento del 75 por ciento para subir tarifas. Transcurrido este tiempo, el Govern dispone ya de sus propios datos, algo inferiores a los mostrados por las agencias de viajes, pero igualmente preocupantes.
Que el dinero público destinado a compensar la insularidad que sufren los ciudadanos de Baleares acabe provocando una subida de tarifas es una situación que no se puede permitir. Especialmente, si, como se sospecha, las compañías están estableciendo una doble tarifa: una para Baleares y otra para el resto del país, como lo demuestra que la condición de residente se solicite al principio de la gestión de compra del billete.
Por ello, debería estudiarse la posibilidad de establecer cambios en el sistema de bonificación, endureciendo las sanciones ante prácticas abusivas, aplicando descuentos también en las tasas aeroportuarias y acordando tarifas planas en una serie de conexiones, especialmente aquellas de mayor uso como puedan ser las que enlazan con Madrid y Barcelona.