Los recortes en los hospitales de Inca y Manacor han centrado la atención pública durante los días, mientras este pasado fin de semana la tijera llegaba a Son Espases, el hospital de referencia que cada vez cuenta con menos camas disponibles, ya que, a las plantas que todavía no se han abierto, hay que unir el cierre que se está llevando a cabo, poco a poco, mientras los pacientes esperan en urgencias.
La situación, pese a que desde la Conselleria de Salut se siga hablando de que se “mantiene la calidad asistencial”, es cada día peor, tal y como han podido constatar los pacientes, quienes, además, se ven obligados a realizar largas colas para coger una cita, dado que conseguir que te atiendan por teléfono es prácticamente imposible, ya que nadie lo coge, por lo que se ven obligados a desplazarse hasta el centro hospitalario.
Paralelamente, los pacientes se “amontonan” en Urgencias a la espera de cama, los responsables del hospital las siguen reduciendo todavía más, lo que hace prever un auténtico colapso del hospital.
Así, el pasado viernes, la responsable de Enfermería del Área Quirúrgica, remitió un correo al personal, en el que le comunicaba que se procedía al cierre de dos camas de la Unidad de Coronarias del Servicio de Medicina Intensiva, quedando 8 camas para postoperados de Cirugía Cardiaca, 6 de Coronarias, 8 Médico-quirúrgicas y 8 para Trauma-Neurocríticos.
6 CAMAS DE PEDIATRÍA
Por otra parte, a partir de este lunes, tal y como informa en otro correo la Supervisora del Área de Pediatría, se procede al cierre, de manera provisional, de 6 camas de la unidad UH1B.
Estos recortes, según aseguran en fuentes del personal, vienen motivados por la reducción de contratación que se viene produciendo desde septiembre, lo que ha provocado una carencia notoria de enfermeras, auxiliares de enfermería, celadores y auxiliares administrativos, que se traduce en la imposibilidad de hacer frente a una elevada carga de trabajo.