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Los usuarios con la tarjeta sanitaria caducada y que están gestionando su renovación, se encuentran con obstáculos, puesto que la demora en la entrega del nuevo ejemplar está siendo importante. Ya no basta con el pago de los 10 euros sino que además, hay que esperar durante bastante tiempo para que entreguen el nuevo documento que acredita poder acceder a los servicios sanitarios.
La renovación automática se ha convertido ahora en un problema burocrático por los controles exhaustivos que se están haciendo de cada perceptor, a tal punto que los dos meses de gracia que se conceden tras quedar la tarjeta caducada, se consumen en las gestiones que hay que realizar el ambulatorio.
Fuentes oficiales del Ib-Salut indicaron a mallorcadiario.com que ?ya se ha renovado a 90.000 personas? y que ?se están cruzando bases de datos? para comprobar si la persona en cuestión tiene derecho a la tarjeta, y a la vez, admiten que ?hay problemas por los trámites farragosos? a realizar, pero también han indicado que los usuarios que se queden sin tarjeta, pueden acudir igualmente al médico del ambulatorio.
Aquellos que necesitan comprar medicamentos y el documento caducado ya no los admite, pueden pedir cita al médico para que les haga recetas en papel, como se hacía antiguamente.