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Las lluvias provocan un aumento de la rinitis alérgica en Baleares

miércoles 09 de noviembre de 2011, 18:09h

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La rinitis es uno de los principales síntomas alérgicos que aparecen con la llegada de las primeras lluvias y se define como la inflamación de la mucosa nasal caracterizada por uno o más de los siguientes síntomas: congestión nasal, rinorrea, estornudos o picor nasal. Aproximadamente el 50% de las rinitis son de tipo alérgico y son debidas principalmente a una respuesta inmunitaria. La rinitis alérgica es una enfermedad que afecta entre 3 y un 19% de la población; cifras que en los últimos años estamos viendo que van aumentando. En Baleares, este porcentaje se eleva hasta el 25% de los ciudadanos debido principalmente a los ácaros del polvo. Los ácaros son unas arañas microscópicas de la familia de los crustáceos que viven habitualmente en el polvo doméstico y se alimentan de restos de piel y pelo de las personas y animales que habitan en un domicilio. Los más frecuentes en Baleares son el Dermatophagoides Pteronissinus y el Dermatophagiodes Farinae. En este sentido, el doctor Pujadas, jefe del Centro de Patología alérgica de USP Palmaplanas subraya que “los ácaros abundan fundamentalmente en la época de otoño y primavera, dado que las condiciones de humedad relativa alta y temperaturas suaves son las que más favorecen el crecimiento de estos seres. Por esto las personas que sufren rinoconjuntivitis y asmas alérgicas han de extremar las precauciones en estas fechas”. Esta patología es la más importante de las que afectan al aparato respiratorio durante esta estación. De hecho, el doctor Pujadas destaca la necesidad de prevenir estos síntomas que suelen acompañarse de sensación de falta de aire, opresión torácica o sibilancias (“pitos”), que es a lo que se denomina asma bronquial. Para ello ofrece tres consejos fundamentales basados en la prevención, tratamiento y consulta con el especialista, que pasan por evitar el contacto con los ácaros, someterse a tratamiento sintomático y, si es necesario, vacunarse. Así, por un lado, hay que evitar el contacto con los ácaros, limpiando la casa a fondo y lavando la ropa de invierno antes de volvérsela a poner con el cambio de estación. Además de la prevención es importante que el paciente se someta a un tratamiento sintomático y a otro específico. El sintomático se basa en el uso de antihistamínicos, colirios oculares y sprays nasales con corticoesteroides. En caso de acompañarse de asma se suelen utilizar los inhaladores de rescate, de corticoesteroides, de combinación de ambos o puede tratarse con inhibidores de los receptores de los leucotrienos. Pujadas matiza que estos tratamientos no curan la enfermedad,  simplemente la alivian. En el caso del tratamiento específico, que son las denominadas vacunas alergénicas, consiste en la administración progresiva y creciente de los pólenes que producen alergia al paciente. De hecho es el único tratamiento curativo de la enfermedad. En todo caso, se recomienda que en caso de presentar estos síntomas sea visto por un especialista en Alergología que le orientará en el tratamiento más adecuado para cada caso.  
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