Farmaindustria, la patronal farmacéutica, ha respaldado al director general del Ib-Salut, Juan José Bestard, por “informar a los facultativos de Atención Primaria de que la prescripción de los fármacos en una decisión de cada médico individualizada para cada paciente en función de criterios clínicos y ajustándose a las indicaciones autorizadas en la ficha técnica”.
Así lo ha señalado Farmaindustria en un comunicado en relación a la reciente polémica surgida en las Islas, tras la publicación en El Compromido, revista del propio Servicio Balear de Salut, de un informe en el que se desaconsejaba el uso de los tratamientos condroprotectores o Sysadoa para la artrosis, por entender que los estudios realizados hasta el momento indicaban que su efecto era prácticamente nulo.
Posteriormente, Bestard remitió una nota interna a todos los médicos de Atención Primaria en la que recordó que “la prescripción de los fármacos en una decisión de cada médico”, al mismo tiempo que ponía en duda los informes recogidos en la publicación, una decisión que originó, según todos los indicios, la dimisión de la responsable del Gabinete Técnico de Primaria, Eugènia Carandell, mientras que la responsable de la publicación, la farmacéutica Cecilia Calvo Pita fue destituida de su cargo.
Ahora, Farmaindustria apoya las actuaciones del director general del Ib-Salut y remarca que la evaluación de medicamentos de uso humano está “claramente regulada” en todala Unión Europea y corresponde a las agencias competentes de evaluación de medicamentos nacionales y europea la responsabilidad de establecer las condiciones oficiales de autorización de los fármacos, así como sus posteriores modificaciones.
Así, han añadido que todo medicamento legalmente autorizado en estas condiciones es “susceptible de ser prescrito” para las indicaciones autorizadas. Por ello, ha incidido en que crear otros “niveles de evaluación equivalentes” supone una “duplicidad de actuación que no encaja en la normativa vigente y además confunde a los prescriptores”, es decir, a los facultativos.
Farmaindustria entiende, de este modo, que es competencia del médico determinar el medicamento que en cada caso más se ajuste a las necesidades de su paciente.