Que nadie se confunda: nada tiene que ver “Actúa Baleares” con el partido “Actúa” de Baltasar Garzón que también concurrirá a las próximas elecciones. De hecho, “Actúa Baleares” es un partido de derechas que en breve pactará con VOX a fin de poder sumar fuerzas y obtener mejores resultados.
Baltasar Garzón ya ha requerido mediante burofax a “ Actúa Baleares” para que se abstengan de utilizar esta denominación a fin de no inducir a confusión al electorado y a la ciudadanía en general, porque les separa un abismo. El partido “Actúa” de Baltasar Garzón tiene como objetivo captar el voto de la “izquierda amable” como explicaba en su día Gaspar Llamazares, cabeza de lista al Congreso. Baltasar Garzón será cabeza de lista en las elecciones Europeas.
Al partido “Actúa” de Garzón se le da poca cancha mediatica. Quizás porque como publique hace tiempo en el artículo dominical que le dedique, en este País de envidiosos cualquier persona que destaca en su profesión es rápidamente lapidada por la masa mediocre. Tanto daba si Baltasar Garzón había perseguido como ningún otro el narcotráfico o el terrorismo en este País, o tanto daba si había instruido causas que otros hablan apartado sabiamente de sus mesas; lo único que importaba es que salía en la tele como si de la película “los intocables” se tratara y que esto le convertía en un paria, porque si ya es malo ser un buen profesional en nuestros Países, mucho peor es no hacer uso de esa falsa humildad en la que se esconden los que han sido ya apaleados. En nuestros Países no se puede ser bueno ni presumir de ello en ninguna profesión.
A un Juez que ha instruido las causas que ha instruido Baltasar Garzón; que ha sido inhabilitado para el ejercicio de su profesión por Sentencia firme y ultra ejecutada (que nadie piense que fue una revancha de algunos de los mal heridos que dejo por el camino); que está defendiendo con uñas y dientes al exeditor de Wikileaks, Julian Assange; a alguien así hay que darle una oportunidad a pesar de que sea una “persona mediática”, a pesar de que sea un gran comunicador y a pesar de que por esos motivos, a más de uno se les desgarren las tripas cuando le oyen nombrar.
No tenemos mucho dónde elegir en las próximas elecciones y no veo a Baltasar Garzón un mal candidato para las Europeas, ni a Llamazares un mal candidato para el Congreso de los diputados en Madrid. En cuestión de segundos cualquiera de nosotros podría hacer una lista de auténticos inútiles que están sentados en ese Congreso o en el cementerio de los elefantes (el Senado, para los que no lo supieran ya). Cuestión distinta será el voto para las autonómicas y municipales, ahí cada uno tendría que hacer encaje de bolillo y optar por la opción que nos permita después conciliar el sueño con menos sobresaltos.
Pocas veces abandero públicamente causa alguna (lo sabe quienes me leen), pero con este complicado panorama electoral me aventuro por esta opción porque necesitamos más que nunca votar esta vez, no por un programa electoral (que es un corta y pega), sino por la paz social, el entendimiento y la capacidad de negociación sin extremismos. Puede que me equivoque, igual que me equivocaré si voto a cualquier otro, pero lo único que no se consigue es lo que no se intenta.