La Cabalgata de Reyes de Palma de este año ha sido celebrada por la gran mayoría del público que acudió a verla. La puesta en escena ideada por Daniel Puig ha constituido un acierto tras despertar no podas dudas por la forma en que se plantearía la sustitución del anterior director artístico, Toni Socias, quien dirigió el espectáculo desde el año 2009 hasta que falleció en febrero del pasado año. Puig ha aprobado con nota la prueba y ha marcado una forma de hacer que ha sido aplaudida de manera prácticamente unánime.
La magia desplegada durante las tres horas de recorrido, con el desfile de casi 600 personas, tuvo momentos especialmente celebrados como las actuaciones de músicos en directo desde las carrozas o la acertada incorporación de las tres nuevas carrozas que añadió Daniel Puig: el bosque encantado, la nueva estrella fugaz y el jardín mágico. El mundo de la fantasía desfiló de la mano de 19 comparsas y 13 carrozas que acompañaron a los tres reyes de Oriente para recocijo, sobre todo, de los más pequeños.
Las críticas al espectáculo han sido minoritarias y se han centrado, principalmente, en los temas elegidos, por considerarlos más propios de un desfile de carnaval que de una cabalgata de Reyes. No es una crítica nueva. Los reproches lanzados, también de forma minoritaria, hacia el unicorrnio que desfiló en época del alcalde Isern son idénticos a los que ahora se han escuchado acerca de la inclusión de colibrís gigantes, jirafas, faunos...
Sin perder su sentido tradicional, la magia que acompaña a los Reyes de Oriente no debe verse desvirtuada por el hecho de que se incluyan personajes de este tipo. En su conjunto, el espectáculo ha estado equilibrado y ha sabido mantener el interés durante un recorrido que no es precisamente corto. De este forma, el legado de Toni Socias ha recibido el oportuno tributo y ha sorteado con más aciertos que errores uno de los grandes eventos multitudinarios que organiza el Ayuntamiento de Palma.