Acerca de mis hemorroides

Consideraré tres posibilidades: 1. que usted haya dibujado en su rostro un gesto de asco al leer el titular y haya decidido no seguir con este artículo; 2. que tenga usted la mente un tanto sucia como un servidor y sienta fascinación por lo escatológico; 3. que usted sea Pablo Iglesias o Rafael Herrando, ambos muy de “caca culo pedo pis” y por cercanía geográfica le ponga el tema hemorroidal. En cualquiera de los dos últimos supuestos, usted sigue leyendo, así que trataré de explicarme.

En plenas fiestas navideñas, a punto de afrontar ese nuevo Tourmalet para nuestro ya castigado cuerpo que es la Nochevieja, es un buen momento para hacer una reflexión: ¿Qué tal está pasando usted estas fiestas en términos económicos? ¿Cómo está su economía familiar? ¿Mejor que los últimos años?  ¿Igual más o menos? ¿Peor?

Le doy unos segundos para pensar la respuesta.  Y le ruego responda con sinceridad sobre su situación económica personal.

¿Ya? Sea usted trabajador por cuenta ajena, autónomo, empresario o incluso funcionario, lo más probable es que usted esté pasando las fiestas igual o algo mejor que años anteriores. Y menos posible que a usted le vayan las cosas peor. Pero no tengo ninguna duda que usted tiene gente en su entorno a quien le van las cosas peor o incluso mucho peor que en años anteriores.  Digámoslo claro: Aunque poco a poco vamos saliendo del túnel y dejando atrás lo peor de la crisis económica todavía queda mucha gente que lo está pasando mal o muy mal.

¿De acuerdo con el planteamiento?  Si es usted una persona honesta, que no lo dudo, y no se dedica a la política, aunque ambas cosas sean perfectamente compatibles, lo estará. También estará de acuerdo en que los indicadores macroeconómicos son positivos para la economía balear por lo que podemos prever que esta lenta recuperación continuará. Concluyamos pues que la economía, lo dicen los economistas, mejora. Y ello pese a que haya todavía mucha gente que no percibe de ninguna manera esta recuperación.

Hablemos ahora de mis hemorroides: siento decepcionarle a usted y a quienes me quieren mal, pero… no las padezco. Aunque conozco a más de una persona que me ha confesado sufrir esta molesta dolencia y realmente, lo está pasando mal. Cosa mala las hemorroides. Si me remito a las estadísticas médicas podemos afirmar que las hemorroides afectan a un elevado porcentaje de la población, aunque la mayoría no las sufrimos.

Establezcamos ahora el paralelismo entre economía, políticos y hemorroides, que es donde está la miga de este artículo. Estamos a las puerta de unas elecciones en las que el escenario se muestra más abierto que nunca y todos los partidos, grandes y pequeños, nuevos y viejos, se ven con opciones de ser decisivos. Por ello el bombardeo de mensajes previamente prefabricados va a ser insoportable en los próximos meses, si no lo está siendo ya.  Los políticos conocen las encuestas del CIS y saben que lo que a usted le preocupa es el empleo y la economía y por ello van a centrarse en estos temas.

Le resumiré lo que está pasando en clave almorránica:  A los que mandan, los del PP, les conviene que la economía vaya bien, y que usted lo perciba así, para atribuirse el mérito de la recuperación. Exagerarán diciendo no que la cosa mejora, sino que ya hemos vuelto a las vacas gordas. Le dirán que como usted no padece hemorroides, nadie las tiene. Lo cual es falso.

Mientras tanto la oposición - todos los demás partidos y protopartidos - le dirán que la economía no es que no mejore, es que va a ir a mucho peor y le repetirán una y otra vez el muy manipulador razonamiento según el cual “la economía no va bien digan lo que digan los indicadores económicos porque usted conoce a mucha gente que lo está pasando mal”.  La oposición en bloque le dirá que, como hay personas que sufren hemorroides, usted también tiene hemorroides y además, le asegurarán que estas van a ser cada día más y más dolorosas.

Libre es usted de saber si padece o no padece hemorroides. Es tan sencillo como sentarse sobre una silla  y analizar las sensaciones que percibe de la zona perianal. Y decida libremente si le duele o no le duele.  No deje que lo haga un político por usted.