El Ministerio Fiscal señala que el varón, durante una fecha no determinada entre 2015 y 2016 y hasta 2020, se aprovechaba de las semanas que convivía con su hija, sobre la que tenía custodia compartida, para abusar sexualmente de la misma en su domicilio de Palma.
El escrito del fiscal apunta a que le realizaba tocamientos a la menor, generando en ella una situación de temor.
Con todo, la Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de abuso sexual a una menor de edad y pide para él la pena de cinco años de cárcel, la prohibición de acercarse a menos de 500 metros por un periodo de siete años a la víctima y el sometimiento a un programa formativo de educación sexual.