¡A por dátiles!

Emparejados en la clasificación con los mismos puntos, Elche y Mallorca son dos equipos muy diferentes. Más regular el anfitrión en cuanto a su rendimiento fuera y dentro de su feudo, el visitante baja al alejarse de Palma. Pero cada partido es una historia y si bien los de Toril superan a los de Vázquez en eficacia, también ofrecen muchas facilidades en defensa, su punto débil. Notarán la baja de Nino por su experiencia en área ajenas, una ausencia que repercute en las posibilidades rojillas de regresar de la ciudad de las palmeras con algo más que el empate de casi siempre.

Por si quedaba alguna duda, el entrenador gallego, que considera “inconstitucional” su sanción sin hacer mención a la de Oriol, cubrirá la baja del catalán desplazando a Company a la banda izquierda pero se cura en salud al convocar nada menos que a Albert López quien, además de no disputar un solo partido ni con el filial, no ha disputado ni el entreno de los jueves. El de Castrofeito, seguramente el técnico más expulsado del fútbol profesional español, se basta solo para sancionar por si mismo. Que se lo pregunten a Damiá, que acumula cuatro semanas de castigo no se sabe muy bien por qué. Si no cuenta con él, que le cedan a otro equipo para no cortar su proyección, aunque todo apunta a que nos encontremos ante otro caso Martí o Robles. Genio y figura hasta la sepultura.

Cualquier tiempo pasado fue mejor y los nostálgicos recuerdan el escenario del matinal como el teatro donde el mallorquinismo alcanzó su máxima expresión. Puede que el estadio, en efecto, sea el mismo donde las huestes de Etoo y Gregorio Manzano se coronaron con la Copa del Rey, pero desde luego nada queda de aquel club, de aquella plantilla y sus técnicos. ¡Ni por asomo!.