Según el escrito del fiscal, los hechos ocurrieron entre los meses de mayo a septiembre de 2018, cuando el procesado, cumplidos los 23 años, conoció a través de un amigo común a la menor, de entonces 14, y empezó con ella una relación.
Durante ese periodo de tiempo, el Ministerio Público apunta a que mantuvieron relaciones sexuales completas hasta, al menos, en nueve ocasiones, cuando se encontraban a solas en la vivienda del joven.
La Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años, por lo que además de la pena de cárcel pide para el acusado ocho años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse a menos de 100 metros de la joven o de comunicarse con ella por cualquier medio durante 18 años.
En todo caso, si se le condena, una vez cumplidas tres cuartas partes de la misma o si accede a la clasificación de tercer grado o libertad condicional, el fiscal solicita que se sustituya por la expulsión del territorio nacional, no pudiendo regresar a España en un plazo inferior de diez años.
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