Hasta junio, en concreto hasta el miércoles 22. La Audiencia de Palma ha fijado para dentro de dos meses y medio el juicio a un hombre acusado de violar, amenazar, acosar y maltratar a su expareja, así como robar y espiar su móvil y quebrar una orden de alejamiento
La sección segunda de la Audiencia ha programado la nueva fecha del juicio por estos hechos, después de que el encausado, de origen marroquí, haya rechazado el acuerdo de conformidad planteado por las partes. Asistido por una intérprete, el procesado ha dicho que quiere cambiar de abogado.
La Fiscalía y la acusación particular piden que el encausado sea condenado a penas que suman 23 años y siete meses de cárcel. El ministerio público también reclama el pago de una indemnización por 12.000 euros, mientras que la abogada de la joven denunciante solicita 20.000 euros.
Según el ministerio público, el acusado, de origen marroquí, tuvo una relación sentimental con la víctima desde junio hasta octubre de 2019, cuando ella puso fin al noviazgo tras una discusión en la que fue golpeada. Él fue condenado a trabajos comunitarios y se le prohibió acercarse a su ex en un año y cuatro meses.
Pese a ello, contactó con la mujer y quedó con ella para hablar sobre la relación. Durante la conversación, él se puso celoso, registró el vehículo de la mujer y, al encontrar un auricular negro, le insultó y le golpeó la cara.
Él no aceptó la ruptura y continuó llamándole y enviándole mensajes. La mujer bloqueaba su contacto pero él lo volvía a intentar con otros números de teléfono, usando frases lastimeras para que accediera a quedar con él y le proporcionara dinero y comida.
En uno de estos encuentros, el acusado cogió el móvil de la mujer sin permiso e instaló una aplicación con la que accedió a su micrófono y a la cámara para vigilar sus movimientos y controlar sus conversaciones. Llegó a amenazarla con matarla ante sus hijas si desinstalaba la herramienta.
“Con una clara intención de posesión sobre la víctima, de desprecio sobre su condición de mujer y de no reconocimiento de la autonomía de la misma, logró mantener la situación de control durante unos tres meses”, recoge la acusación pública en su escrito.
A principios de junio de 2020, la joven eliminó la aplicación instalada en su móvil por su ex. Él acudió llorando a su domicilio y le recriminó la acción. Le obligó a ir a una playa cercana, donde supuestamente le insultó y, con intención de menoscabar su integridad física, le golpeó.
La joven cayó al suelo y, aunque manifestó que quería marcharse, el acusado la violó. Días después, el hombre prohibió a su ex ir a la playa y le advirtió de que se quedara en su casa ya que, por contra, la buscaría y la mataría.
El ministerio público solicita que se aplique la circunstancia agravante de parentesco y de discriminación por razón de género respecto a los delitos de agresión sexual y descubrimiento de secretos, y que se tenga en cuenta que es reincidente sobre el delito de maltrato.
Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide que el hombre, en prisión provisional desde agosto de 2020, indemnice a la víctima con 12.000 euros por los daños morales y que se le prohíba acercarse o comunicarse con su ex por un tiempo de hasta 13 años.
También reclama que se imponga la medida de libertad vigilada por 8 años y que, en caso de sentencia condenatoria, se sustituya parte de la pena de prisión con su expulsión de España durante una década.
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