El próximo 1 de noviembre se cumplen dos años de la puesta en marcha del sistema SARA y el punto final del certificado de empadronamiento en las puertas de embarque después de dos años de polémica. Sin embargo, se siguen dando de casos en los que se exige.
Se trata de un sistema por el que las diferentes compañías aéreas y navieras, así como sus respectivos sistemas de reserva de billetes, permiten a sus viajeros isleños confirmar su condición de residente no peninsular y por ello, beneficiario de un billete bonificado.
Los datos de los que dispone el Ministerio de Fomento -sobre los primeros 13 meses de la puesta en marcha- apuntan a "un buen comportamiento del sistema" ya que 9 de cada 10 residencias no peninsulares se acreditan. Dicho de otra forma: uno de cada 10 viajeros reciben un mensaje de que su condición de residente no se ha podido comprobar y por ello, deben presentar el certificado de viaje antes de embarcar. "El problema llega cuando hay una incorrecta entrada de datos", aseguran a mallorcadiario.com fuentes de Fomento. "Seguimos trabajando en las campañas de información a las compañías".
No obstante, desde el Ministerio aseguran que el programa ofrece una disponibilidad del 99% a los operadores de transporte aéreo y marítimo, es decir, prácticamente no se cae y la gestión es eficiente.
Desde Consubal reconocen que, desde que se instaurase el sistema, las quejas por el certificado han desaparecido casi por completo.