En declaraciones tras la reunión mantenida en el Consolat de Mar con entidades sociales y empresariales, la consellera ha explicado que la víctima tenía 59 años y estaba ingresada desde el 6 de enero porque tenía "una patología crónica".
"La complicación en este caso se debe a que la paciente ingresó por un motivo que nada tenía que ver", ha precisado Gómez, quien a su vez ha subrayado que, en consecuencia, "estuvo en diferentes servicios del Hospital".
113 SANITARIOS RELEVADOS POR ESTAR EN CUARENTENA
Con estos, ya son 113 los sanitarios relevados por encontrarse en cuarentena ante la posibilidad de que estén contagiados de coronavirus, después de que la semana pasada fueran puestos bajo vigilancia 33 compañeros de un médico del hospital Mateu Orfila de Menorca. Colectivos sanitarios han señalado que no a todos los profesionales se les está facilitando que puedan hacerse los análisis correspondientes.
En este sentido, la consellera ha explicado que a estos sanitarios en vigilancia activa sólo se les hace la prueba "si presentan síntomas". "El personal sanitario tiene que ser especialmente cuidadoso por el riesgo existente por eso les pedimos mayor vigilancia", ha dicho.
Junto los 80 sanitarios de Son Espases en vigilancia activa, hay otros 30 en el Hospital Mateu Orfila de Menorca por el caso de coronavirus grave en un hombre.
EL DESENCADENANTE
La mujer ingresó en el hospital de referencia por una dolencia crónica y no se le realizó la prueba del coronavirus hasta seis días después, cuando su estado ya era de extrema gravedad.
Estos datos han sido facilitados este jueves por la consellera de Salud, Patricia Gómez, que ha indicado que los cuatro nuevos casos de personas infectadas detectados ayer, aparte de la persona fallecida por fallo multiorgánico, son un familiar de esta mujer, un varón de edad avanzada proveniente de Italia y dos jóvenes de quienes no ha facilitado más detalles.
Gómez, que ha respondido a preguntas de los periodistas después de participar en una reunión del Govern con patronales y sindicatos para tratar sobre las consecuencias de la crisis, ha indicado que desde que comenzó la epidemia se han realizado en Baleares unas 220 pruebas rápidas para detectar el virus.
La consellera ha asegurado que no hay escasez ni de estas pruebas rápidas del SARS-CoV-2 ni de los equipos de protección para profesionales sanitarios, material que compra de forma centralizada y distribuye el Ministerio de Sanidad.
Por otro lado, Gómez no ha podido detallar cuántas solicitudes ha recibido la dirección general de Salud Pública para realizar eventos que reúnan a menos de 1.000 personas (las concentraciones superiores están prohibidas), aunque sí ha asegurado que "son muchísimas".