Sin duda, el tiempo pasa volando. Una prueba es que este mièrcoles 21 de agosto de 2024 se cumplen 25 años del primer partido del RCD Mallorca en el actual estadio de Son Moix, el tercero de la historia tras Buenos Aires y Es Fortí, posteriormente rebautizado como Luis Sitjar.
El sábado 21 de agosto de 1999 es una fecha inolvidable para el RCD Mallorca. A las 19:00 horas de aquella calurosa tarde de verano, la entidad balear estrenó su nuevo estadio ante el Real Madrid, justo un día después de que la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) comunicara la situación irregular del técnico local, el recién llegado Mario Gómez. Y es que el nuevo preparador barralet -contratado tras la negativa del primer objetivo, el también argentino Carlos Timoteo Griguol- no cumplía el requisito legal estipulado por la reglamentación: haber entrenado durante tres años en su país natal. No obstante, el sustituto de Héctor Cúper pudo sentarse en el banquillo gracias a un permiso especial que expiraría diez días más tarde. Era la primera jornada del Campeonato Nacional de Liga y el coliseo mallorquinista registró un lleno absoluto.
Señalar que un mes y medio antes, concretamente el 3 de julio, el recinto municipal había abierto por primera vez sus puertas para albergar la ceremonia de inauguración de la vigésima edición de la Universiada. Regresando al histórico choque ante el Real Madrid, dirigido por el galés John Benjamin Toshack, destacar la presencia en el once de dos de sus flamantes fichajes: Míchel Salgado y Nicolas Anelka. Otros de los refuerzos, Ivan Helguera y el inglés Steve McManaman fueron suplentes mientras que el bosnio Balic, fichado procedente del Fenerbahçe a cambio de 2.500 millones, se perdió el choque por lesión.
Al filo de la primera media hora, el pecho de Fernando Niño evitó en dos acciones consecutivas el tanto de Raúl, ganador la temporada anterior del Trofeo Pichichi. Luego, la madera evitó el gol de Carlos y antes de llegar al descanso, también evitó la diana del "7" de los blancos.
Cinco minutos después de regresar de los vestuarios, Gustavo Siviero cometió un ingenuo penalti sobre Fernando Morientes. Entonces, llegó el momento de Fernando Hierro. El zaguero colocó la pelota con mimo mientras en la grada, los aficionados barralets implorában que el andaluz no marcara. Y no lo hizo, pues el debutante Germán Burgos impidió con sus piernas que el malagueño entrara en la historia como el autor del primer gol en Son Moix. Ese honor fue para uno de los locales: Carlos Domínguez. El sevillano avanzó un minuto después a los bermellones cuando aprovechó una mala salida de Ilgner tras un centro de Stankovic. Una diana que, como la anotada en Vallecas, quedará para siempre en los anales del club. Además, el gol fue el 500 del RCD Mallorca en la máxima categoría.
A falta de un cuarto para el final, Miquel Àngel Nadal reemplazó a un tocado Engonga. Dos más tarde, Serrizuela entró por Ibagaza. El objetivo era claro: defender la renta conseguida. Sin embargo, ya en el tiempo de prolongación, Morientes fue más listo que Siviero para meter la puntera y apuntarse el empate. Y con los anfitriones todavía lamentándonos, llegó la puntilla cuando Guti dejó en evidencia a Nadal para servir un balón que Raúl mandó al fondo de las mallas con un suave primer toque mientras Burgos acompañaba la trayectoria con su mirada.