La inspección de carácter obligatoria es para los inmuebles con más de 50 años -en algunas CCAA y ayuntamientos es incluso a partir de 30 años-. Se examina, entre otros aspectos, su estado de conservación, su grado de eficiencia energética y sus condiciones de accesibilidad.
Para la responsable de Siniestros de la Mutua de Propietarios, Marta Campos, las principales reparaciones tienen que ver con daños en las estructuras de madera, grietas, humedades, carcoma, instalaciones eléctricas obsoletas y aluminosis. "Es necesario concienciar a los propietarios y usuarios de viviendas de que deben realizar las inspecciones, operaciones y preventivas de mantenimiento, de sustitución y de adecuación necesarias en sus edificios que garanticen su seguridad", ha declarado.