El entramado lo dirigían seis personas detenidas de origen indio, español y pakistaní, y captaban mujeres españolas en situación de necesidad y con bajos recursos económicos, ofreciéndoles a las mismas hasta 5.000 euros si contraían matrimonio con ciudadanos indios y pakistanís. Dicha cantidad nunca era pagada por la organización, incluso, solo llegaron a pagar por un matrimonio ficticio la cantidad de 400 euros, pero como eran mujeres con necesidades económicas lo aceptaban.
La organización, además, les facilitaba un contrato de trabajo para regularizar su situación.
Una vez que se formalizaba la unión, el ciudadano de origen indio o pakistaní, se dirigía a la Oficina Única de Extranjeros con un falso contrato de trabajo, el cual también era expedido por la organización, en algún restaurante indio, locutorio, frutería,... para solicitar la tarjeta familiar de la Unión Europea.
El extranjero era obligado a realizar trabajos en dichos lugares, para luego abonar la deuda contraída con la organización que solía ascender a los 14.000 euros.
Con todo ello, los agentes de la Policía Nacional, procedieron a la detención de los mismos, y además también a la detención de otras diez personas que eran los que contraían matrimonio, por un delito de falsedad documental y favorecimiento de la inmigración irregular.