13 beneficios del Palacio de Congresos

Según su consejero delegado, Gabriel Escarrer, se van a obtener beneficios desde el primer año. El hecho de que la demanda esté siendo más intensa que la prevista en el escenario más optimista del Plan de Negocios es la mejor muestra de que se necesitaba un proyecto como este en Palma y en Mallorca. Ha superado muchas críticas y ha costado mucho tiempo y mucho dinero pero ya está aquí. Y ha venido para quedarse.

Esto nos debe llevar a varias conclusiones sobre los beneficios que puede aportar el Palacio de Congresos a la economía balear. La primera es que su creación ha sido un acierto desde el punto de vista, no solo empresarial, sino de ciudad. La demanda por encima de lo esperado, corrobora lo correcto de la decisión tomada en su día de apostar por este tipo de turismo. No solo Meliá se beneficiará de esta inversión, también lo harán Palma y el resto de municipios.

La segunda es que se demuestra que no solo el sol y la playa atraen turistas. Este hecho nos debe impulsar a tomar otro tipo de alternativas turísticas de interés, más allá de la que nos hizo crecer en los años 60.

La tercera es que la ansiada desestacionalización está un poco más cerca, gracias a un filón que atraerá turistas a lo largo de todo el año. Precisamente, los meses de verano es cuando todo el mundo toma vacaciones y menos eventos empresariales y congresos se programan.

La cuarta es que el turista de congresos gasta más en destino que el turista medio al que estamos acostumbrado, ya sea porque parte de la estancia la sufraga su empresa o por su perfil socioeconómico medio-alto.

La quinta es que se demuestra que la imagen de Palma como ciudad y la de Mallorca, tienen un poder de atracción enorme. Venir de congresos a esta isla no es como ir de congresos a otro lado. Se elige montar un congreso en un destino, no solo por las instalaciones, que se presuponen de calidad, sino también por el entorno. El valor añadido de Mallorca entre los organizadores de congresos y de los asistentes es el mismo que encuentran los ciclistas que abarrotan estos días el Pla y la Serra. No solo es un buen clima sino que hay una excelente oferta de ocio, gastronomía y paisajística. Decir que vienen a Mallorca de congresos da un plus. Eso es así y debemos aprovecharlo.

La sexta es que el turismo de Congresos ejerce un efecto multiplicador enorme en otros sectores: taxistas, locales de ocio, restauración, museos, souvenirs y otros comercios y pequeños autónomos, que aumentarán su facturación y, en algunos casos, su plantilla para hacer frente a ese aumento de demanda.

La séptima es que el poder de arrastre del turismo de congresos también afecta al propio sector. Al no tener cabida en el hotel anexo al Palacio de Congresos, será necesario habilitar otros hoteles y alargar su temporada, principalmente de Palma, aunque también de otros municipios cercanos como Llucmajor o Calviá, para acoger a los congresistas que no tengan cabida en el hotel adyacente.

La octava es que, diferencias y críticas al margen, los principales partidos políticos de la Comunidad han sumado y han ayudado en el hecho de que al fin viera la luz el Palacio de Congresos. Aunque no lo han hecho al unísono, como hubiera sido aconsejable, todos han apostado en mayor o menor medida para que este proyecto viera la luz. En el momento en que han gobernado, todos han visto el interés de tirar hacia adelante este proyecto. En la oposición, no todos lo veían tan claro. Al menos, cómo se estaba desarrollando la ejecución. El caso es que el germen se puso en el Govern de Matas (PP) y ha visto la luz en el del Pacte de Pogrés con una presidenta del PSIB y un conseller de turismo de MÉS. Además de las instituciones autonómicas, el Ayuntamiento de Palma, con sus diferentes gobernantes, ha tenido un papel muy importante. Es un tema que debería haber requerido un “pacto de estado”.

La novena es que han sido cadenas hoteleras mallorquinas las que, en su día, mostraron interés en la adjudicación y, por tanto, la adjudicataria (Meliá) es una empresa de aquí. Podría haber sido una extranjera. El hecho de que gestione una empresa local y no una de otro país, permite que los beneficios empresariales queden aquí y no vayan a otra Comunidad Autónoma o a otro país. Aunque eso no asegura que se reinviertan aquí aunque es más fácil que así sea. Al menos tiene un componente patriótico. Una empresa mallorquina ha sido la ganadora.

La décima es que se genera empleo, tanto directo como indirecto, que afecta a múltiples perfiles profesionales, tanto cualificados como no cualificados. La creación de empleo permite a muchas familias salir de una situación delicada de la que no se han recuperado tras la crisis económica. Eso siempre que el empleo sea de calidad y con una remuneración acorde a lo exigido, cosa que no me cabe duda, ocurrirá.

La undécima es que aflorará una financiación extra vía recaudación de impuestos cedidos por ley a las Comunidades Autónomas. En concreto, se cede un 50% de lo recaudado por IVA e IRPF, como principales impuestos, aunque no son los únicos. El primer impuesto deriva de las actividades del complejo hotelero (y empresas beneficiadas indirectamente) y el segundo por sus trabajadores (y los del resto de empresas, también beneficiadas). También se recaudará un mayor impuesto turístico al tener más clientes en éste y otros hoteles que sirvan de apoyo para absorber la asistencia de congresistas. Y la distribución de esos clientes será a lo largo de más meses durante el año. A más turistas, más “ecotasa”.

La duodécima es que este tipo de visitantes suelen conllevar dos importantes efectos: El “efecto ampliación” que implica aprovechar su estancia en la isla para, con cargo a su presupuesto, estirar su estancia unos días más, haciéndolos coincidir en muchas ocasiones con el fin de semana y así aprovechar para conocer el resto de la isla o islas de nuestro archipiélago. El otro es el “efecto llamada” puesto que este tipo de turismo suele invitar, en el periodo de ampliación de su estancia, a familiares y amigos.

El decimotercer beneficio tiene que ver con que, en muchos casos, los municipios de Mallorca y de Balears se van a ver beneficiados por los dos efectos anteriores, en su afán de que los congresistas y familiares o amigos aprovechen para conocer el resto de la isla o del archipiélago y, por tanto, consumir allí donde hagan sus escalas.

Sería muy recomendable hacer un análisis coste-beneficio sobre los efectos de la creación del Palacio de Congresos en nuestra Comunidad Autónoma. Es cierto que los costes se dispararon sobre las previsiones iniciales pero, según parece, los beneficios también superan lo previsto y, parece ser, crecerán de manera importante a medida que se consolide este proyecto. Habría que poner en una balanza ambos conceptos y ver si, además de empresarialmente, la inversión en un Palacio de Congresos ha sido rentable desde el punto de vista social. Se me antoja que sí.

Este punto me lleva a otra conclusión: Todo plan de negocios debe hacerse de manera prudente, como parece que se ha hecho en este caso. La realidad ha superado el escenario más optimista. Mejor pecar por defecto en las previsiones y obtener agradables sorpresas si los ingresos reales superan a los esperados. Lo contrario conlleva decepciones y pérdidas patrimoniales para los accionistas.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias