Nada hacía pensar a poco de empezar el partido del Real Mallorca en Zaragoza, que acabaría como lo hizo. Tras solo 11 minutos disputados, Arana recibe una pelota desde la banda de Biel Company y engancha un potente cgut que entra en la portería local de manera incontestable. Los rojillos se adelantaban en el marcador y parecía controlar el juego.
Pero llegó el minuto 35, y con el una falta que ya se antojaba peligrosa desde el momento en que el árbitro la pitó, vistas las carencias del Mallorca en las jugadas de balón parado, demostradas a lo largo de las últimas jornadas.
La predicción se cumplió y Dorca envió la pelota al fondo de la portería, para certificar el empate en el marcador.
Más allá de esa sensación de debilidad en las faltas y córners, el Mallorca aguantó bien el partido y se fue al descanso sin sospechar el vendaval que le caería encima en la segunda mitad pero con la lesión de Yuste, que mermó la capacidad defensiva de la zaga.
El inicio de la segunda mitad se destapó más brusco y nervioso, sobretodo por parte de los jugadores de Fernando Vázquez, que debieron enfadar más de la cuenta al colegiado del encuentro, que empezó a sacar tarjetas amarillas una tras otra a los bermellones, hasta que sucedió. Una falta de Aveldaño cerca del córner, fue castigada con una nueva tarjeta amarilla para el defensa mallorquinista, que intentó explicarle poco después que solo cubría la posición. No le gustó nada al árbitro las explicaciones del defensa, porqué le sacó una nueva amarilla y lo expulsó del partido.
Se había iniciado la tormenta perfecta. Tras esa primera expulsión, el colegiado se dirigió al banquillo para expulsar también a Yuste. Rosario de cambios en ambos conjuntos, con el añadido de la lesión de Company que también tuvo que dejar el campo. Retomado el partido, el Zaragoza saca la falta y de nuevo a balón parado marcan y se adelantan en el marcador que a la postre fue definitivo.
A partir de aquí querer y no poder, a pesar de que Arana envió un balón a las nubes cuando solo tenía empujarlo con la cabeza, todo durante el tiempo de descuento del partido. No pudo ser. El Mallorca pierde una gran oportunidad para fianzar la buena racha, que se rompe tras 3 encuentros sin perder.