El pasado 9 de febrero, se iniciaron las obras de reforma de la Plaza de España, que tienen una duración inicial prevista de alrededor de doce meses y supondrá una mejora sustancial de la imagen decadente que ofrece actualmente uno de los principales símbolos de la ciudad. Sin embargo, ha suscitado sentimientos contradictorios entre los empresarios de la zona que observan cómo sus negocios pueden sufrir un descenso considerable de clientes pero a la vez ven con buenos ojos esta reforma que puede acabar con el foco de delincuencia e inseguridad en el que se ha convertido hoy la plaza.
El inicio de las obras de reforma de la Plaza de España no ha estado exento de polémica e incertidumbre. Con el paso del tiempo, lo que fue un lugar emblemático de la ciudad, donde se encontraban muchos cafés tradicionales que acogían a un perfil de cliente local y muy fiel, ha evolucionado hacía uno de los principales focos de inseguridad y delincuencia que existen actualmente en Palma. Estos negocios, que he nombrado, han dado paso a diversas franquicias que tienen un perfil de cliente totalmente opuesto, al tratarse de gente joven, de diversas procedencias y con bajo poder adquisitivo. Este hecho, ha significado que la Plaza de España adquiera un cariz multicultural.
¿CUANTO DURARÁN?
Cuando se inician obras de esta magnitud, una de las principales incógnitas es la duración. Toni Gayá, presidente de Afedeco, considera que “la duración de las obras bastaría con seis meses, aunque somos conscientes que afectarán de lleno al verano”. Gayá se muestra bastante crítico con la poca información recibida sobre esta cuestión, “el ayuntamiento no nos ha explicado el proceso de ejecución, la única información que tenemos nos la ha facilitado la empresa constructora. Actualmente se están realizando catas para localizar si hay algún resto arqueológico. “Hay que ser consciente de que es casco histórico y que podría haber restos arqueológicos que tendrán que ser evaluados y supondrán un retraso añadido dependiendo de la agilidad de la administración”, puntualiza Gayá sobre hipotéticos retrasos.
Uno de los establecimientos que sufrirá las consecuencias de estas obras, posiblemente el más emblemático, como es el Bar Cristal. Su copropietario, Rubén Fernández, también manifiesta sus dudas acerca del proyecto ya que “estamos con la incertidumbre ya que nos han comunicado la duración de las obras pero no sabemos ni cómo ni en qué momento nos afectará de lleno las mismas”.
INCIDENCIA EN NEGOCIOS
Durante el proceso de ejecución de las obras, la fisonomía actual de la plaza se verá notablemente alterada, ello tendrá repercusión directa en los bares y restaurantes siendo estos unos de los principales perjudicados ya que las obras supondrán una modificación en los accesos a los mismos. Sobre este asunto, Toni Gayá apunta que “actualmente es una zona emblemática que atrae grandes flujos de gente y estas obras provocarán un cambio de costumbres ya que algunos negocios se verán obligados a cambiar sus hábitos y manera de trabajar”.
La mayoría de los bares, por no decir todos, disponen de terraza que forma parte de la idiosincrasia del propio local. A consecuencia de este proyecto, los locales verán restringido su uso. El Mas Natural, junto con el bar Cristal, uno de los establecimientos hosteleros que no pertenece a ninguna franquicia, sufrirá estas consecuencias. Uno de sus socios, Miguel Bauzá, indica que se han visto obligados a cambiar de ubicación y un factor determinante “unido a la dejadez y degradación han sido las faltas de ayudas, ya que nadie del ayuntamiento se ha puesto en contacto con nosotros por las molestias que iban a ocasionar, ni siquiera se han visto obligados a condonar las tasas de ocupación de vía pública”. Sobre este asunto Rubén Fernández, señala que “estas obras repercutirán en los locales que tenemos terraza, aunque no las hagan enfrente de nuestro local, nos afectará directamente por el ruido y polvo que puedan ocasionar”.
UNAS OBRAS NECESARIAS
Un lugar tan icónico de Palma como la Plaza de España sufre un proceso de degradación constante desde hace años. La cercanía con la Estación Intermodal y el Parque de las Estaciones, otros de los focos de las delincuencia juvenil, hacen que entrada la noche se convierta en un lugar inseguro. Los empresarios consultados coinciden que las obras son totalmente necesarias, si bien existen algunos matices.
Toni Gayá sostiene que “las obras supondrán una mejora sustancial de la plaza, aunque el principal problema es la manera en que se ejecutarán”. Sobre la solución a los problemas de inseguridad, no se muestra muy convencido de su solución, sino de que pueda aumentar: “Otro de los problemas que vemos es la hipotética inseguridad que pueda surgir con estas obras al transeúnte al crear espacios sin visibilidad” apunta el presidente de Afedeco.
Esta inseguridad que se vive en la calle tiene consecuencias directa en la clientela de los bares, ya que a partir de una cierta hora disminuye considerablemente. El copropietario del Bar Cristal subraya “la necesidad de una reforma urgente de la plaza ya que es un foco de delincuencia cuando cae el sol y eso tiene repercusión directa en la clientela. Hace unas semanas vivimos una pelea entre argelinos y marroquíes en la que se sacaron armas blancas en la puerta del bar”. Pese las molestas que puedan ocasionar “estamos a favor de que se hagan y es necesario, en todas las obras hay alguien perjudicado, pero a la larga, tanto clientes como usuarios de la plaza saldrán beneficiados”, matiza Fernández.
Sobre este asunto, Miguel Bauzá hace hincapié en la necesidad de mejora de los equipamientos, pues “la reforma es necesaria, a todo el mundo le molestan las reformas, si bien la reforma no servirá de nada si no se refuerza la presencia policial o se mejora la iluminación, entre otras necesidades. La Plaza de España tendría que ser un lugar emblématico como lo es en otras ciudades y en Palma deja mucho que desear”. Debido a los problemas de inseguridad que existe en la plaza, añadido a las obras de reforma, “hemos decidido anticiparnos y cambiar de emplazamiento.”
Finalmente, Maribel Alcázar, presidenta de la Federación de Vecinos de Palma, apunta a la urgencia y necesidad de realizar estas obras concretamente el pavimento. Según cuenta “la Federación no se opone a las obras, esta plaza debería haberse arreglado hace años”. Uno de los motivos principales de las obras es el pavimento, la dirigente vecinal apunta que “el suelo está infernal y provoca incidentes en personas de poca visibilidad y movilidad reducida”. Otra cuestión que se tiene que arreglar en las obras son “las canalizaciones de aguas que hay que revisarlas, hay que separar las aguas pluviales de las fecales”. Sobre la necesidad de las obras, Alcázar recalca que “todas las obras molestan, pero duran un tiempo determinado; siempre hay un perjudicado pero en un futuro todos los ciudadanos de Palma ganarán en comodidad”.
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