Han pasado más de cuarenta años desde que este catalán pisase por primera vez la Serra de Tramuntana y cada vez que regresa, dice, le envuelve la misma sensación: "Impacto enorme". Ángel Morillas, profesor e historiador, miembro del ICOMOS-UNESCO y uno de los artífices de la declaración de Patrimonio Mundial hace ahora cinco años, lo tiene claro: el mallorquín tiene que acercarse, conocer y vivir más su gran joya.
Cinco años de Serra de Tramuntana como Patrimonio Mundial, ¿cuál es el balance?
Se han hecho muchas cosas, estoy contento, pero hay que hacer más. Principalmente, pedagogía. Tenemos que explicar más a la gente el tesoro que tenemos y que no valoramos. La Serra se valora poco todavía.
¿Quizás el visitante extranjero la valora más?
Hay un grupo concreto de turistas, ya se sabe, que valoran mucho el tema patrimonial mundial. Lo buscan. De hecho, cuando un sitio es declarado Patrimonio Mundial, el turismo aumenta un 50%.
¿Cuál es su percepción sobre el valor que le da la gente joven?
Estoy en un proyecto internacional en el que participan jóvenes -coordino todas las escuelas de España de la UNESCO- por lo que puedo asegurar que hacemos hincapié en ellos. Se trabaja mucho: hacemos unidades didácticas, cuentos, etc. La idea es que los niños del Pla conozcan la Serra.
Que no sea otra Mallorca...
A veces lo parece, da la sensación de que la gente del Pla o del Llevant no la conoce y viceversa. Insisto en que esta isla tiene una cosa muy concreta que es especialmente valiosa, que es la Serra. No lo digo yo, lo dice la UNESCO. Hay que conocerla y vivirla. Yo mismo traigo a amigos de Catalunya y todos quedan maravillados. El Barranc de Biniaraix, por ejemplo, una maravilla.
Intente convencer también desde un punto de vista económico.
Yo resaltaría su gran poder desestacionalizador. El sol y playa está mas que sobreexplotado. Pero el valor de la Serra como Paisaje Cultural -la perfecta armonía entre el medio ambiente y la mano del hombre- es fuente de riqueza: actividades, turismo cultural -pedra en sec- el religioso, o la producción propia, son claves.
¿Diría que es uno de los rincones más bellos que ha visitado?
El mundo es muy grande pero desde luego, uno de los más bonitos de Europa, por descontado. Hay que tenerlo presente.
El 90% del territorio es de propiedad privado. ¿Se han hecho bien los deberes con estos propietarios?
El Consell, tanto el de esta legislatura como el de la anterior, trabaja mucho el tema de las ayudas. Y he de decir que cuando una iniciativa recibe dinero público, tiene que dar algo a cambio. Creo que no se trata solo de mejorar el entorno sino de dar un paso más y, por ejemplo,facilitar el paso por los caminos de sus fincas, que es uno de los problemas actuales. No se puede acabar con el senderismo por no negociar. Ni cerrarse ni expropiar.
¿Qué opina de las macroactividades tipo Ultra Mallorca? Esta última edición se canceló por no encontrar un recorrido que cumpliese las premisas técnicas fijadas por la Conselleria.
Estoy en contra de todo macroevento. Todo aquel que genere impacto en el entorno, ruido y suciedad. No es sostenible. Hay que apostar por el turismo en la Serra pero con actividades sostenibles. Porque este tipo de carrera, ¿a quién benefician? Al que corre, sí, a la Administración, puede. Pero al medio desde luego que no.
Por decontado emtonces, que no aprueba la carreras de motos.
Para nada. Destrozan, contaminan. Estoy en contra absolutamente. Hay otros sitios para hacerlo. Entiendo que hay curvas muy interesantes pero un sitio Patrimonio Mundial no es el escenario idóneo. Hay que favorecer el cuidado, no perjudicar.
El próximo viernes comienza a cobrarse el Impuesto de Turismo Sostenible. Entiendo que apuesta por que la Comisión del Impulso del Turismo Sostenible dirija fondos a la Serra.
Por supuesto, este impuesto es para mejorar todo el sector. Ya estoy cansado de oir que el turismo es Sol y Playa. Pues no, no todo en Mallorca es litoral. Creo que habría que destinar una parte importante a la Serra porque es lo mejor que tiene esta isla. Hay que mimarla.