El archipiélago balear ha visto cómo la cifra de migrantes irregulares alcanzaba las 3.913 personas a mediados de agosto, una marca que en 2024 no se había logrado hasta principios de noviembre. Esta cifra equivale a un incremento cercano al 80 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se contabilizaron unas 2.030 llegadas en pateras.
Según los datos del recuento de la Delegación del Gobierno, estas personas han arribado en 206 embarcaciones desde enero.
JORNADAS RÉCORD DE LLEGADAS
Al principio de esta semana, el lunes y el martes fueron especialmente críticos, con siete y doce pateras respectivamente, situándose entre los episodios con más llegadas del año. En concreto, en menos de 24 horas se registraron 337 migrantes rescatados o interceptados.
El récord de tráfico se produjo el 20 de junio, cuando llegaron 11 pateras con en total 195 personas a bordo.
Hasta mediados de agosto de 2024 llegaron unos 2.030 migrantes, lo que demuestra la notable subida de este año. En todo 2024 se registraron 5.800 llegadas en 330 pateras, lo que ya supuso un aumento superior al 150 por ciento respecto al año anterior. La mayoría de los arribos se concentraron en Mallorca y Formentera, con también presencia en Ibiza.
INFRAESTRUCTURAS
Para hacer frente a esta emergencia, la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha habilitado espacios temporales en los puertos: se ha abierto la Estación Marítima 3 (EM3) en Palma como zona de atención previa al traslado a la Península. Asimismo, en respuesta a la llegada de varias pateras, se han habilitado en Ibiza una carpa anexa al puerto de Botafoc y, en Formentera, un espacio en la Casa del Mar en la Savina.

Por otra parte, en torno a esta crisis, la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, pidió al presidente Sánchez medidas urgentes para detener la llegada masiva de pateras, advirtiendo que de mantenerse la tendencia podrían alcanzarse los 12.000 inmigrantes en 2025, más del doble que en 2024.
Desde el plano nacional, el delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez, calificó la situación como un “drama migratorio”. Afirmó que más del 80 por ciento de las pateras son rescatadas en el mar y defendió que se están ampliando recursos —incluyendo módulos en puertos de Ibiza y Formentera y apertura nocturna de estaciones marítimas— aunque sin fechas concretas.
El flujo migratorio irregular hacia Baleares en 2025 ha superado con creces a años anteriores, marcando un agravamiento de la situación humanitaria. La intensidad de las llegadas, la presión sobre infraestructuras y la respuesta aún insuficiente de las administraciones dibujan un escenario complejo. A medida que el archipiélago se aproxima a cifras récord, la necesidad de una estrategia coordinada, con atención digna y prevención desde origen, se torna más urgente que nunca.
LA "RUTA ARGELINA” SE CONSOLIDA COMO CORREDOR HISTÓRICO HACIA BALEARES
Los expertos y fuentes policiales coinciden en que el repunte de 2025 no es un fenómeno aislado, sino la confirmación de la consolidación de la llamada “ruta argelina”. Este corredor marítimo, que conecta las costas de Argelia con las Islas Baleares, ha experimentado un crecimiento constante en los últimos cinco años, desplazando en parte el protagonismo que antes tenían rutas hacia Almería o Murcia.
Según Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, las pateras parten habitualmente desde la zona de Orán, Mostaganem y Tenés, aprovechando las condiciones meteorológicas favorables y la corta distancia hasta el archipiélago. La travesía, de unas 24 horas en las mejores circunstancias, se ha visto favorecida por redes cada vez más organizadas que cuentan con lanchas rápidas de apoyo y sistemas de comunicación por GPS, lo que complica su interceptación en alta mar.
El fenómeno, apuntan analistas migratorios, no sólo obedece a factores coyunturales como la crisis económica o la inestabilidad en el Magreb, sino también a un efecto “llamada” generado por la percepción de que Baleares ofrece mejores condiciones de acogida inicial que otros puntos de la costa mediterránea. La capacidad limitada de las islas para gestionar picos de llegadas y la rapidez con que muchos migrantes son trasladados a la Península alimentan esta percepción entre quienes planifican el viaje.
En este contexto, 2025 podría cerrar con un récord histórico de llegadas por la ruta argelina a Baleares, lo que reforzaría su posición como uno de los principales puntos de entrada de la inmigración irregular a España y plantearía un desafío de primer orden a las administraciones autonómicas y estatales.