Una ley de quita y pon o la vergüenza socialista

El grupo socialista, en una decisión sin precedentes, quiere ahora cambiar una ley que aprobaron cuando estaban en el Govern, el denominado decreto Nadal, porque fue impulsada por el ‘uemita’ Miquel Nadal cuando estaba al frente dela Conselleria de Turismo y ahora temen que el PP haga un mal uso de ella.

No sé ustedes, pero yo me he quedado tan asombrada que casi me faltan las palabras. ¿Se imaginan que cada Gobierno haga sus propias leyes y luego pida que se deroguen por si el siguiente Ejecutivo es de otro color político y puede utilizarla de forma inadecuada? O la ley está tan mal hecha que deja tantas lagunas que cada uno puede interpretarla como quiera, o los socialistas han perdido completamente el norte. No saben, no están, no piensan y, en definitiva, no saben ni lo que dicen ni lo que hacen.

¿Acaso pensaban que iban a estar tantos años en el Govern que nadie, salvo ellos, podría aplicar esa ley? ¿Y si tan peligrosa es por qué no la derogó Joana Barceló?

A veces me pregunto qué hemos hecho para merecer estos políticos que producen no sólo sonrojo sino vergüenza ajena.