Una aventura de verano

El verano es el momento álgido de las relaciones extramaritales. Según un estudio realizado por una web de contactos 6 de cada 10 mujeres les gustaría tener una aventura este verano.

El calor, los viajes, la diversión y el placer, representan las vacaciones el momento de evasión por excelencia. Para el inicio del verano las personas se sienten más predispuestas a ceder a la tentación en esta época del año.

Las vacaciones son un momento privilegiado para casi todo el mundo, el momento más esperado del año. Para más de 8 de cada 10 mujeres españolas (el 82%), vacaciones rima con evasión, y para 3 de cada 4 (el 77%) son sinónimo de placer. 

La libertad y las ganas de viajar también están muy presentes, con un 61% y 51% respectivamente.

Un viaje o una aventura: las opciones preferidas para romper con la rutina.

Este deseo de libertad y placer durante el verano se traduce en un aumento de las ganas de salir de la monotonía con alguna vivencia emocionante. La opción favorita para casi 6 de cada 10 de las encuestadas (el 58%) para vivir un emocionante verano es tener una aventura con otro hombre, muy por encima de otras opciones como renovar su armario (el 47%) o escribir una novela (el 23%).

Parece ser, pues, que el verano aumenta las ganas de vivir nuevas experiencias carnales. Según Carmen Sánchez Martín, co-directora del Instituto de Sexología de Barcelona, "las expectativas que genera la idea de tener una aventura resultan muy atrayentes. En verano, tenemos más ganas de pasarlo bien. Solemos tener la sensación que algo nuevo, como un nuevo amante, puede ser más positivo, dar un toque picante a la rutina". Pero para Sánchez Martín, no es lo mismo desearlo que hacerlo, ya que según explica, "muchas de estas mujeres quizás no se atrevan a dar el paso, pero tienen el deseo de hacerlo, es una situación que les hace fantasear".

Hay otros factores que influyen en las ganas de vivir una aventura extraconyugal, como por ejemplo, la situación económica general. "Con la crisis, a la gente no le apetece tanto consumir, sino pasarlo bien. Sobre todo en verano, quieren tener vivencias nuevas, como viajar o vivir un romance, más que algo simplemente material como comprar ropa o decorar la casa", concluye Sánchez Martín.

Cabe destacar, además, el efecto del verano y del buen tiempo en la libido. El sol favorece la producción de vitamina D, que aumenta el buen humor. Además, la mayor exposición a la luz solar aumenta la secreción de endorfinas, tanto en hombres como en mujeres. Estos neuropéptidos alivian el estrés, levantan el ánimo y estimulan la respuesta sexual. De hecho, cerca de 8 mujeres de cada 10 afirman (el 76%) que su deseo sexual aumenta con la llegada del verano.