Un maestro de música admite haber defraudado 400.000 euros de subvenciones

Un docente de música en Mallorca ha confesado haber defraudado más de 400.000 euros en subvenciones públicas y ha acordado una condena de dos años de prisión, aunque evitará el encarcelamiento si no comete delitos durante los siguientes cuatro años. El acusado obtuvo los fondos a través de lasimulación de eventos y gastos ficticios.

Un maestro de música en Mallorca ha admitido en la Audiencia Provincial de Baleares que defraudó más de 400.000 euros en subvenciones públicas del Govern balear, Consell de Mallorca y Ayuntamiento de Palma. Aunque aceptó una sentencia de dos años de prisión, no tendrá que ir a la cárcel.

Durante la audiencia en la Audiencia Provincial, el fiscal Juan Carrau llegó a un acuerdo con la defensa del principal acusado, quien fue expresidente de la Asociación de Saxofonistas. Como resultado, se logró una reducción en la pena que inicialmente se pedía para él, que era de ocho años de prisión. Además, el acusado reconoció los hechos.

La Fiscalía ha llegado a un acuerdo en el que no se opondrá a la suspensión de la pena por cuatro años. Esto implica que la persona no tendrá que ir a prisión, siempre y cuando no cometa ningún delito durante ese tiempo. Si incumple esta condición, deberá cumplir la pena en su totalidad.

"El beneficio mencionado está sujeto al pago de indemnizaciones para compensar a las administraciones perjudicadas."

El fiscal ha retirado la acusación contra uno de los procesados, quien era alumno del profesor acusado de colaborar en el manejo de fondos. La Fiscalía ya había señalado que los fondos eran manejados por el profesor y no se ha encontrado evidencia de que el alumno haya obtenido beneficio económico.

El profesor admitió haber solicitado numerosas subvenciones para proyectos musicales utilizando documentación falsa en procedimientos administrativos de ayudas del Institut d'Estudis Baleàric (IEB), Cort y Consell. La documentación fraudulenta incluía facturas creadas por él mismo, justificantes de pago, comprobantes de transferencias bancarias y recibos en los que fingía ser la persona que había recibido los fondos.

El acusado logró obtener más de 400.000 euros mediante la simulación de eventos que nunca tuvieron lugar o gastos que no existían en realidad.